Diecisiete artistas con diferentes lenguajes pictóricos pero unidos por su cercanía al expresionismo muestran sus obras en una exposición inaugurada ayer en el Museum Jorge Rando de Málaga, primer espacio dedicado a esta corriente artística en España.

Simpatía con el expresionismo, que permanecerá instalada hasta el 23 de mayo, ha seleccionado a estos autores de entre los más de cuatrocientos que forman parte del grupo internacional Pro Arte y Cultura, fundado en Madrid en 1990 y dirigido por la pintora y mecenas Mayte Spínola.

Carmen Pallarés, una de las comisarias de la exposición, comparó ayer en la presentación al movimiento expresionista con «un gran río que, hasta que desemboca en un delta, va recibiendo afluentes».

«Es un movimiento que se sigue moviendo y que no va a terminar, porque está incardinado en el alma humana», según Pallarés, que ha justificado el título de la exposición porque la simpatía «es un movimiento del corazón hacia algo, unas avenencia que hace confiar y a la vez recibir».

«Todas estas obras y autores tienen ese movimiento cordial del pincel, pero no son estrictamente expresionistas, un movimiento que es de gran generosidad y apertura y que cuenta con esencias, y a las sustancias, que son las obras, les pide un reflejo de la esencia, pero no la repetición de la esencia», añadió.

Por eso, en esta exposición «hay expresionismo abstracto, figuración deformada, geometrización, dibujo y obras objetuales, a las que reúne un afán de intensificación de la emoción y de la expresión de lo que te ha emocionado», apuntó Pallarés. La otra comisaria, Julia Sáez Angulo, argumentó que una de los principales propósitos del grupo Pro Arte y Cultura es «unir a artistas consagrados con emergentes, algo que no siempre entienden los pintores maduros, que creen que el espectador puede rebajar su categoría, aunque no es así». Para Sáez Angulo, el expresionismo es «el gran movimiento de reflexión, de filosofía y de denuncia que ha tenido el siglo XX», y es «una tendencia del arte que vino para quedarse».

Por su parte, la directora del Museo Jorge Rando, Vanesa Díez, señaló que esta exposición ofrece «un recorrido por impresiones disonantes, como la lectura de una novela de versos sueltos». Se muestran obras «que difieren en el tema, en el relato, en el lenguaje de líneas y manchas o en la elección de la abstracción o la figuración, pero todas convergen en la necesidad de alcanzar la resonancia emocional», agregó.