Aunque muchos no lo sepan, la pintura ha estado presente en su vida «desde que era pequeño». Familiarizado desde niño al olor de los óleos que usaba su padre, un enamorado de los pinceles, Zenet pronto comenzó a interesarse por el dibujo. «Además, siempre he sido un chico con mucha facilidad para las artes plásticas. Y cuando hice el casting para El joven Picasso llevé una carpeta de dibujos y pinturas mías. Un detalle que le gustó mucho a Juan Antonio Bardem», recuerda el cantante malagueño, que hoy inaugura una exposición en el madrileño local Pata Negra (calle Aniceto Marinas, 98), establecimiento que también posee una intensa programación musical en la que Zenet se ha involucrado.

Algo más de una docena de cuadros componen Signo y símbolo, una muestra en la que el malagueño reune «varios conceptos que tenía en la cabeza». El primero era desarrollar la técnica del gyotaku que aprendió un taller realizado en El Viajero Alado, en Puerto Real, bajo la supervisión de Bruto Pomeroy. «Es una técnica muy antigua de estampación con tinta de calamar. Una técnica que utilizaban los marineros japoneses para poder mostrar al emperador las especies raras que habían capturado en alta mar. Como estos peces se pudrían en el camino, la única forma que tenían de dejar constancia de ellos era estampándolos en papel de arroz. Por eso gyotaku significa pez acariciado», explica.

La lectura de un libro del escritor y cineasta canadiense Jean-François Martel, publicado en la colección Atalanta y titulado Vindicación del arte en la era del artificio, originó «el punto de inspiración o leitmotiv para la exposición».

«Según Martel, la publicidad ha convertido en símbolo todo aquello que era sagrado para nosotros». De esta forma, los nuevos cuadros de Zenet, con títulos como La casa de la abuela o Corazón partío, muestran esa transformación de «los símbolos de toda la vida». Las obras presentan textos extraídos del libro de Martel que son mostrados en forma de papiro.

Para Zenet, la pintura le ofrece una dedicación silenciosa y solitaria, justo lo opuesto a lo que encuentra sobre los escenarios. «La música es arte que se hace en equipo, pero en la pintura se da el silencio. Es un trabajo interior que requiere de muchas horas de observación, reflexión y silencio. Y la pintura me ofrece el disfrute de muchas horas de silencio».

Décimo aniversario

Han pasado diez años desde que Zenet se presentó al mundo con Soñar contigo (2008), efemérides que el malagueño ha querido aprovechar para lazar un disco en el que compila buena parte de esta década. «Hemos unido la gira de Si sucede, conviene con nuestro décimo aniversario, ya que Soñar contigo se publicó en 2008. Y hemos hecho un recopilatorio en el que hacemos un recorrido por todos los discos que hemos sacado».

Este álbum, que sólo puede adquirirse en los recitales del cantante, le servirá para presentar su exitosa trayectoria en tierras norteamericanas, donde tiene previsto acudir a partir del próximo septiembre. «Ya estamos en conversaciones para actuar en Miami y Nueva York», destaca.