El joven intérprete nerjeño Antonio Cortés presenta esta noche en el Teatro Cervantes de Málaga su cuarto lanzamiento discográfico, Volemos alto. Casi se ha asegurado el lleno para el regreso, un lustro después, a los escenarios de la capital costasoleña. Para quien inició su trayectoria profesional al alcanzar la mayoría de edad, hablar a los 30 años de evolución no resulta tan extraño: «Ahora tengo en mis manos el disco que necesitaba hacer». Una decena de canciones que marcan una etapa alejada de la copla, de forma que dividirá el concierto en dos partes, según nos avanza durante una entrevista que nos ofrece a pocas horas de que se suba al escenario.

De nuevo Málaga, esta tierra en la que asegura sentirse como un auténtico profeta en casa.

Es cierto. Es muy especial que estemos en Málaga de nuevo. Con el paréntesis que ha habido entre disco y disco hace bastante tiempo que no vengo a Málaga, como cinco años. Y llego en un momento en el que estoy verdaderamente feliz. Sin dejar lo otro, la copla, he visto culminado un sueño personal, un reto que mantenía desde hace años.

¿Si volviese atrás, conocida la respuesta ante este primer trabajo alejado de la copla que lo dio a conocer, repetiría el mismo método, volvería a sacar este disco tal y como es?

Sin ninguna duda. La respuesta ha sido maravillosa. Y estoy muy satisfecho del resultado. El público en el Teatro Cervantes va a poder comprobarlo. Con esta nueva etapa ante mí, muchos se preguntan qué Antonio Cortés van a encontrarse. La respuesta es sencilla. Divido en este momento cada concierto en dos partes. Primero interpreto el disco y luego lo que quiera el público, en referencia a los anteriores discos.

Siempre ha sido un artista de trato cercano con sus seguidores. Esa parte del concierto que es a la carta parte de una necesidad de interactuar con el público, como imagino...

En este momento no podemos imaginar a un artista sin esa faceta. Es muy importante interactuar con quienes disfrutan de tu música. En este sentido guardo anécdotas muy curiosas desde que salió este nuevo disco. Me han dicho muchísimas cosas bonitas. En general, la impresión es la de que no se esperaban este tipo de disco en un artista como yo. Que pudiera alcanzar lo que he podido realizar con estas canciones. Entienden la etapa de transición en la que vivo y en la que he conseguido encontrarme a mí mismo. Soy un Antonio Cortés muy satisfecho de este momento artístico al que he conseguido llegar.

Qué conciertos se acercan en la agenda para aquellas personas que no puedan acercarse al Teatro Cervantes esta noche.

Seguro que en la agenda de verano estaré de nuevo en la Costa del Sol, porque me siento profeta en mi tierra y es algo que siempre voy a agradecer al público malagueño, pero el formato que más me gusta es el de los teatros. Este mismo mes estaré en Barcelona y quedan fechas por delante. Al aire libre el espectáculo es bien distinto. El formato de un teatro está hecho a la medida de un artista, en todos los sentidos. Por musicalidad, la calidad del sonido, el sitio que tienes para estar cómodo. Me quedo con el teatro. Siempre.

Seguro que guarda como recuerdo inolvidable algún concierto, aún adolescente, antes de decirse a la música, en el propio teatro malagueño.

Tengo uno de Raphael, que jamás olvidaré. Él es el artista de todos. Cómo no voy a acordarme de aquella actuación.

¿Qué emociones ha vivido en estos teatros que cataloga como los mejores recintos para subirse a cantar?

No se puede explicar todo lo que uno siente cuando se sube a un escenario como el Teatro Cervantes. Las emociones que vives sabiendo quién ha subido antes a las mismas tablas que tú, en lugares como nuestro principal teatro, o los teatros sevillanos Maestranza y Lope de Vega. Cómo cuentas con palabras lo que se siente en el Palau de la Música de Barcelona, en el Auditorio, en el Isabel la Católica de Granada o la Casa Colón de Huelva. Las emociones te duran días. Igual que si algo fallase, porque somos humanos. Como al buen torero, a uno le gusta rematar la faena. Si no lo das todo no te quedas satisfecho.