De hienas y perros o el eco de los caníbales es el título de esta nueva producción de Factoría Echegaray, texto de Paco Bernal dirigido por la conocida Mercedes León, quien ha puesto su grano de arena para adaptar la dramaturgia en ritmo y forma. La historia es la de una serie de personajes que coinciden en un espacio indeterminado para contarnos sus experiencias. Sin embargo, este lugar que bien podría ser una playa, un ejido, un sótano polvoriento o un limbo, no deja de ser una prisión de la que los personajes no logran escapar. Están anclados al lugar, un ambiente hermoso porque la escenografía así lo ha decidido, donde la luna, el mar de fondo, las imágenes proyectados, la iluminación, potencian una sensación de belleza al espectador. Una sensación. Una ilusión. Poco a poco los personajes nos van desgranando sus realidades y no son nada bellas. Todo ese amor desde el que van narrando con la hermosura de sus textos y metáforas las historias, no ha sido si no el que les llevó a finales terribles y que los mantiene varados en un borde desconocido del espacio-tiempo. Realidades atroces que, envueltas en poesía, golpean al espectador cuando lo que aflora es el sufrimiento de la gente buena que busca únicamente lograr sus objetivos en la vida. Y eso hace sentirse incómodo al espectador, que tantas veces es eso lo que deplora, pero ignora cuando está a su alcance. ¡Nadie me mira! Nadie los mira si es posible porque es más cómodo evitarlo. Los miserables, aunque no queramos creerlo también sufren y aman. Y desde ese golpe de efecto que te llega como un pellizco al corazón trabajan magistralmente las cinco componentes de este elenco. Un equipo compacto, en el que las actrices asumen un riesgo tremendo: ser convincentes en situaciones aparentemente naturales, pero envueltas en un lenguaje muy imaginativo. Dar la credibilidad a las tipologías étnicas o sociales tan dispares que convergen en este escenario sin convertirlo en un arquetipo y apostando por la verdad de lo que se cuenta, es un acierto de la dirección. Un trabajo limpio, claro, que se centra en la labor interpretativa y que buscaremover emociones. Y bien que lo logra. Madres-coraje, mujeres desahuciadas, mujeres con más corazón que cabeza que acaban en el fondo del mar.