Para meterse en esto del audiovisual en Málaga hay que tener vocación y empeño, desde luego. Alberto Pons lo resume en «esfuerzo, corazón y humildad». El de Rincón de la Victoria lo sabe bien: lleva años trabajando seis días a la semana en la hostelería en Pedregalejo, dedicando los martes, su única jornada de descanso, a rodar sus cortometrajes y las noches a escribir sus guiones. De ahí surgió una de las obras más simpáticas y llamativas de la última hornada del cine made in Málaga: Los Chimplonitos, un homenaje al cine ochentero y, particularmente, a una película de esas que se consideran generacionales, Los Goonies. Tras el éxito de aquella obra Pons expandirá el universo de sus aventureros pequeños y rodará El secreto de la Atlántida, un largometraje.

Dylan Moreno, el productor malagueño que más está apostando por el talento local (todavía aguanta en cartel en algunos cines nacionales El intercambio, de Ignacio Nacho), está detrás de la película de Los Chimplonitos, cuyos responsables no dudan en calificar como «el proyecto más ambicioso del cine malagueño». Tanto es así, que el guión ha sido escrito incluso con un título en inglés (pensando en financiación extranjera), Fate of Atlantis.

Aventuras

Para toda una generación, Los Goonies (Richard Donner, 1985) significa mucho más que una película; las aventuras de una pandilla de chavales en un mundo subterráneo son un icono de los ochenta y de una infancia o adolescencia que ya nunca volverá... O quizás sí: el cineasta malagueño Alberto Pons, al menos, lo intentó en Los Chimplonitos. La idea era (y es todavía en el proyecto de largometraje) «lograr lo que J. J. Abrams no logró con Super8, desde la humildad». Uno de los aspectos más llamativos del corto fueron sus localizaciones: el Jardín Botánico de la Concepción (que emuló la selva guatemalteca) y los exteriores de la Cueva de Ardales, entre otros, lucían realmente espectaculares en la pieza. El éxito del corto superó a la propia obra y el creador habla del espíritu Chimplo, «de amistad, solidaridad, equipo...»: fans del corto (las taquillas de sus estrenos fueron a parar a Málaga Acoge) mandan a su web y cuentas en redes sociales chimplosaludos desde diferentes lugares del mundo.

Larga carrera

Pocos detalles se saben de una película que acaba de empezar su larga carrera. Aunque con dos empecinados soñadores de esto del audiovisual como Dylan Moreno y Alberto Pons seguro que la aventura de la Atlántida será realidad más pronto que tarde. Por lo pronto, Pons lo ha apostado todo en su idea: ha hecho «un pequeño parón de un año en el trabajo» para dedicarse por completo de lleno a este proyecto. «Yo no quiero estar cerrando el local a las 2 y levantándome a las 5 para grabar, viajar, trabajar y vuelta. Eso es duro y yo lo he vivido», declaró en una entrevista con Love Málaga. Así son los aventureros: «Como diría el tito Spielberg, yo vivo soñando y sueño para vivir», sentencia el realizador, un chimplonito que renuncia a los aburrimientos de la vida adulta.