La juventud es la heredera de la cultura de toda la humanidad. Esta permisa quizás fue una de las bases de los cimientos del proyecto de la Universidad de Málaga, el Contenedor Cultural. Hace dos años Tecla Lumbreras, al frente del Vicerrectorado de Cultura y Deporte de la UMA, vio en unos contenedores en desuso una oportunidad única para dar un nuevo espacio al campus de Teatinos. En la avenida Louis Pasteur, al lado de la facultad de Ciencias de la Educación, se esta gestando desde mayo de 2016 un escenario único para la cultura más transgresora e innovadora. Un espacio de libre creación y oferta cultural donde el estudiante puede participar o simplemente disfrutar de todas las artes.

El Contenedor Cultural nació con un objetivo claro: por y para los estudiantes. «Cuando descubrí aquellos containers vi una oportunidad para hacer cosas donde los estudiantes fueran los protagonistas. Decidí poner aquello en marcha, donde los universitarios tuvieran un espacio más alternativo, donde la cultura para ellos fuera una diversión y que estuviera totalmente a su alcance. Queríamos también que fuera un lugar de encuentro», señala Lumbreras.

Una sala para talleres, una sala de espejo, un salón de actos y un jardín que nada más llega el buen tiempo se llena de actividades. Y con esta barbaridad de espacio cultural, Tecla se rodeó de un gran equipo que desde el primer año ha copado los contenedores de cine, música, teatro, danza y conferencias.

A su lado ha remado la actriz Alessandra García, la programadora de el Contendor Cultural. En su primer año organizó más de 100 actividades, algunas tan originales como un concurso de poetas contra raperos, un taller de tuppers y representaciones teatrales y hip hop en la calle.

Los martes el día del cine, los miércoles tienen artes escénicas y los jueves música de todos los estilos y formas. «Ha sido un reto maravilloso», dice Alessandra. Por el jardín y su salón de actos han pasado grupos como J J Sprondel, Break the Scense o Three Broken Tapes. Como bien dice Tecla Lumbreras, todo se ha ido gestando pasito a pasito. «Si en la primera temporada el reto era darnos a conocer, en esta segunda temporada que acaba de concluir era llegar a más gente, y lo hemos conseguido los visitantes se han duplicado», asevera la programadora de el Contenedor. La clave del éxito no ha sido otra: Tecla Lumbreras y su equipo han trabajado codo con codo con sus estudiantes, indagando y tomando nota de sus inquietudes y gustos culturales.

En este curso el Contenedor ha organizado más de 100 actividades culturales, casi 20 estrenos y más de 80 artistas, incluyendo danza, poesía, breakdance, monólogos, teatro fantástico, fiestas temáticas, rock, electrónica... Y han pasado de los 2.404 participantes en su primer año a 5.048 personas censadas en esta edición, sin contar con el público que ha acudido a los ciclos gratuitos.

El Contenedor Cultural ha dado vida a un espacio que ya no pasa inadvertido para ningún integrante de la Universidad de Málaga, donde hay cabida para cualquier manifestación artística. El próximo reto es hacerlo participe también a los vecinos de Teatinos.