El Festival Starlite de Marbella inauguró anoche su temporada para este verano de 2018 por todo lo alto. Uno de los regresos más esperados, el del Luis Miguel, abría el ciclo de conciertos que coparán la noche de grandes estrellas del universo musical. Hacía seis años que el artista no actuaba en Málaga, y sus fans malagueños lo esperaban ansiosos. Tras un parón que apuntaba a su retirada definitiva de los escenarios, Luis Miguel sorprendió con su gira Mexico por siempre que comenzó el pasado mes de mayo y que le ha llevado a ciudades españolas como Madrid, Barcelona, Sevilla... Y este miércoles por la noche en la cantera de Nagüeles marbellí, que, eso sí, no registró un lleno absoluto.

A pesar de las polémicas y las controversias en torno a Luis Miguel, su música y sus canciones siguen levantando pasiones. El cantante apareció en el escenario con 45 minutos de retraso (algo que está siendo habitual en este tour) junto a su banda, con su pose de gentleman inigualable: con traje de etiqueta, de riguroso negro y con camisa blanca. Le aclamó el auditorio, con un buen puñado de rostros conocidos: la actriz e influencer Paula Echevarría con su pareja, el futbolista del Málaga Miguel Torres; Carmen Martínez Bordiú, Enrique Ponce y Paloma Cuevas (muy amigos de Luis Miguel), Niña Pastori y Chaboli, Fiona Ferrer, el cantaor Miguel Poveda, Mariló Montero, Sergio Scariolo, Javier Imbroda, Juanma Moreno Bonilla... El auditorio era otro starlite, otra constelación de estrellas.

Sonaron Si te vas, Tú sólo tú, Devuélveme el amor, Por debajo de la mesa... Grandes temas inmortalizados por el ídolo (muy lacónico anoche, muy pocas palabras entre canción y canción), en cuyo generoso repertorio (más de 36 años de carrera a sus espaldas) no faltaron el funky, el pop y los boleros, un género en el que siempre ha sido el rey. Y como colofón las rancheras tomaron la Cantera de Nagüeles, con catorce mariachis acompañando al astro. Una noche en la que brilló el sol, El Sol de México.