Ya va una década desde que un pequeño pueblo malagueño se decidiera convertirse en la meca del indie, al menos, durante un par de días al año. Ojeando celebrará entre el viernes y el sábado su décima edición, una cifra redonda para una de las citas más singulares en el, a veces, sobrepoblado panorama de festivales veraniegos: ¿cuántos pueden presumir de celebrarse en un entorno tan encantador, tan de típico pueblo andaluz como lo es Ojén? Música moderna y enclave tradicional: un contraste que, al final, gracias al gran ambiente que se vive en las calles de la localidad termina siendo una combinación ganadora.

Año tras año, Ojeando celebra el pequeño milagro de cuadruplicar su censo durante un fin de semana, invitando a más de 15.000 enamorados del pop rock independiente español. Este año, Lori Meyers, Maga, Nancys Rubias y Carlos Sadness son algunos de los nombres más atractivos del cartel.

«Esta edición es muy especial para nosotros ya que supone una gran evolución tras diez años de historia que no solo se reflejan en el cambio de imagen, sino que hemos trabajado para que Ojeando sea mucho más que un festival de música», indicó ayer el alcalde de Ojén, José Antonio Gómez, durante la presentación de la cita. Y adelantó que este año se ofrecerán muchas más actividades paralelas, especialmente para los niños, y una puesta en escena mucho más integradora y arriesgada.

«Ojén supo ver la oportunidad en su día, una apuesta que ha mantenido hasta hoy y que se demuestra en el éxito que año tras años cosecha el festival», subrayó ayer el delegado del Gobierno en Andalucía, José Luis Ruiz Espejo, para quien la cita «no solo sirve para promocionar al pueblo de Ojén, sino que su efecto se extiende a toda la provincia».