El artista almeriense David Bisbal, la inconfundible voz del pop latino, regresó anoche a Starlite -tras su actuación de 2013- para ofrecer un vibrante concierto en el que derrochó energía, fuerza y garra. El resultado fue un nuevo “sold out”, el primero consecutivo, tras el de ayer de Sting & Shaggy y el de la jornada inicial de Luis Miguel.

Para David Bisbal la de anoche era especial. Regresaba a la cantera y, además, su esposa Rosanna Zanetti estuvo acompañándolo desde el palco de la fundadora y presidenta ejecutiva de Starlite Festival, Sandra García-Sanjuán. Allí tampoco quisieron perderse el concierto la pareja de Antonio Banderas, Nicole Kimpel y su hermana gemela, Bárbara, así como Víctor Puerto y su esposa, Noelia Margotón.

Entre los famosos que acudieron también estuvieron el periodista J. J. Santos y las influencersMaría y Lucía Pombo.

“Es maravilloso estar aquí en mi tierra, Andalucía, y de tocar en un paraje como esta cantera, en la que ya estuve hace unos años. Es siempre muy especial tocar en un festival con tan grandes estrellas internacionales”, aseguró un simpático Bisbal, momentos antes de salir al escenario.

La aparición estelar del almeriense de blanco riguroso dio el pistoletazo de salida a una noche en la que Bisbal disfrutó rodeado de su público, el cual lo esperaba en pie. Y salió pisando fuerte con uno de sus clásicos, Quién me iba a decir,para seguir a continuación con Fiebre yAntes que no,de su último álbum Hijos del mar y continuar con dos baladas,Culpable yLo tenga o no.

“Este es un recinto que me encanta. Me encanta tocar para mi gente”, aseguró un emocionado Bisbal, que incluso entonó el Cumpleaños feliz, para una de las integrantes de su club de fans, para a continuación invitar a su público “a mover la cintura” con Si pero no, Lloraré las penas y Como olvidar.

Hacia la mediación del espectáculo llegó el Bisbal más romántico. Así pintó “un cielo de estrellas sembrado de luz”, en Quiero perderme en tu cuerpo; y le “sangró el alma” con Esta ausenciay confesó que “un minuto sin tu amor es un infierno en su interior”, con Me derrumbo.

“Ojalá no amaneciera nunca”, gritó un entregado artista a sus seguidores, ondeando las banderas de España y Andalucía: “Me quedaría aquí en Starlite con todos vosotros”, dijo, para venirse de nuevo a arriba con No amanece, un tema que su esposa Rosanna Zanetti cantó y bailó de comienzo a fin. Y siguió, y cantó y disfrutó el almeriense, hilando una canción detrás de otra: Todo es posible, Silencio, 10.000 maneras, Dígale, Mi Princesa… temas que forman parte de la banda sonora del propio Bisbal y que han ido creciendo con el artista.

Pero el almeriense todavía tenía ganas de entregarse a sus seguidores, que no se conformaron con una primera despedida tras A partir de hoy. Y regresó al escenario con unas versiones con ritmos funky y electrónicos de Bulería, Esclavo de tus besos, Ave María…