Las noches del Centro Histórico malagueño no podrían entenderse sin el Onda Pasadena. El mítico local de la calle Gómez Pallete cierra sus puertas tras casi tres décadas dedicadas al jazz y el flamenco, si bien es cierto que en los últimos años su agenda de actividades y conciertos se había ampliado de manera considerable para ofrecer de manera continuada recitales de rock, metal e incluso electrónica.

Con el cierre del Onda, como todo el mundo lo conocía, la capital malagueña pierde un escenario por el que han pasado innumerables formaciones, sobre todo locales. Además, durante el Festival de Jazz de Málaga era más que habitual que los músicos que cada noche llenaban el patio de butacas del Teatro Cervantes acabaran la velada participando en las interminables jam sessions que se organizaban en este local. También el flamenco tuvo su particular refugio en el Onda Pasadena, que durante años fue el único espacio en el que se podía disfrutar semanalmente de actuaciones de cantaores y tocaores.

Todo apuntaba a que la apertura del remodelado Mercado de la Merced, situado justo enfrente del local, iba beneficiarlo, motivo por el que sus propietarios intensificaron el programa de conciertos, que incluía una jornada de micrófono abierto, pero el fracaso de la propuesta ha terminado arrastrando al Onda Pasadena.