Desde luego hay estrellas y estrellazas en el cartel de Starlite pero el único no hay billetes lo ha colgado un malagueño, Pablo López. Y desde hace meses, porque a los pocos días de salir a la venta las entradas del recital del autor de El patio en la Cantera de Nagüeles se agotó todo el papel. Normal: sus numerosos fans no tendrán muchas más oportunidades de vibrar con la voz y el piano de López en un formato que le sienta tan bien, el de la intimidad y la cercanía que siempre facilita Nagüeles.

Se le notaba la emoción en la cara a Pablo durante el recital: «Tocar aquí me parece una locura. Es una pasada ver el cartel de sold out. En realidad, todo lo que está pasando en esta gira está siendo una locura», comentó minutos antes de la actuación. Fue una velada para el vello de punta (cómo no, con El patio), la reivindicación sentimental («Amemos como queramos y a quien quieramos. Seamos libres», defendió en un momento) y la defensa como punto de encuentro de los corazones.

Por cierto, Pablo no fue el único López que triunfó anoche: su hermano Luis, más conocido como Luigi López, dejó el pabellón bien alto tras la actuación del cantante y pianista. Pero lo suyo es otra historia: como DJ utiliza la mesa de mezclas para poner en movimiento al personal. Y bien que lo hizo anoche en las Espacio Sessions de la Cantera de Nagüeles.