A pocos días de que se proceda al desalojo de La Invisible, el centro de gestión cultural y social en la calle Nosquera, un colectivo de artistas próximos convoca "una campaña de acción gráfica internacional en defensa del proyecto, en contra del desalojo de La Invisible y en apoyo a lo que significan tanto esta como otras experiencias sociales de autoorganización en defensa del derecho a la ciudad, la cultura libre y el pensamiento crítico".

La alianza de creadores anima a que los interesados envíen sus producciones gráficas al siguiente correo electrónico: derechoalreverso@gmail.com. En la web Derecho al Reverso se pueden encontrar ejemplos de piezas contra el desalojo.

Desde su ocupación en 2007 y durante más de de once años, la Casa Invisible "ha sido garante de culturas alternativas y ecologías del cuidado, y también ha sido una máquina social para todo lo que es desobediente a pesar de, y en el medio de, la ciudad obediente: cafés y talleres feministas, grupos antirracistas y de bienvenida a refugiados y refugiadas, conciertos, reuniones locales de la PAH (Plataforma de Afectadas por la Hipoteca), reuniones del movimiento Málaga No Se Vende y del Sindicato de Inquilinas, eventos de discusión organizados por la Universidad Libre Experimental (ULEX), talleres de danza y teatro, iniciativas tecnopolíticas, y mucho más", asegura Gerald Raunig, filósofo y teórico y profesor en la Universidad de Zurich.