¿Vieron uno de los blockbusters de este verano, 'Rascacielos'? Sí, la nueva cinta de acción de Dwayne The Rock Johnson. ¿Se fijaron bien en un reportero que sale dos segundos en la cinta? El francés. Bien, no es francés, sino malagueño, y se llama Fabio Tassone. ¿Les suena de la televisión? Seguramente serán seguidores de la serie 'Los Tudor', ¿verdad? Pues Tassone era el duque de Nájera. Detrás de esos dos trabajos hay una historia de esfuerzo y talento que comienza aquí, al lado de la Catedral.

«Nací en la Clinica Gálvez», nos dice el intérprete, producto multicultural de la Costa del Sol (padre italiano, madre medio francesa medio española). Se crió en Fuengirola: «La verdad es que recuerdo todo muy bien. Tuve una infancia increíblemente feliz, y me encantaba la vida de pueblo donde todo el mundo se conocía. Luego eso precisamente es lo que se te hace pequeño, y necesitas irte a por oportunidades mas grandes...».

Oportunidades, claro, siempre vinculadas a su pasión, la interpretación: «Desde niño siempre me gustaron muchísimo las películas antiguas. Desde los thrillers de Hitchcock a los musicales de Gene Kelly, Fred Astaire, Donald O´Connor, Ginger Rogers, Rita Hayworth, Ann Miller... A los 13 ó 14 años descubrí un pequeño teatro inglés en Fuengirola que producía sus propios espectáculos musicales y obras teatrales. Decidí presentarme a un casting (a espaldas de mis padres, claro). Me cogieron para un papel bastante grande, y ahí fue donde me entró el gusanazo. De los 13 a los 17 participe en mas de 30 musicales y obras, y desarrollé una pasión por la interpretación que se apoderó de mi vida. A mis padres al principio no les hizo ninguna gracia en lo que me estaba metiendo, pero poco a poco se dieron cuenta que no se me quitaba de la cabeza».

Con 17 años Fabio cogió el petate y se marchó a Londres. Trabajo, trabajo y trabajo hasta que le llegó la gran oportunidad: 'Los Tudor'. «Entré en la cuarta temporada, pero ya me había tragado las primeras tres y era muy fan de la serie. Hasta ahora, la mejor experiencia que he tenido en un set de rodaje», declara. Y recuerda cómo fue su debut: «Aterricé en Dublín, donde se rodaba, muy pronto por la mañana y me vino a buscar un coche de producción. El conductor, muy amablemente, me explicó que habían tenido que cambiar el orden de rodaje y que iba que tener que rodar mi primera escena ese mismo día. Me entró una ansiedad de caballo. Yo pensaba que iba a empezar el día siguiente y que me esperaba un día de relax en el hotel. Qué equivocado estaba... Así que fuimos al estudio, la diseñadora que acababa de ganar un Emmy, Joan Bergin, me enseñó mi primer traje y me quedé sin habla: una obra de arte. De ahí, me fui directo a maquillaje y peluquería. Ten en cuenta que acababa de aterrizar y seguía estando completamente aturdido y pasmado por todo lo que me estaba pasando...». Por fin llegó la hora: «Entré al set y los ojos se me abrieron como platos con esos decorados tan imponentes. De repente se me acercó una multitud de actores en masa para presentarse. Y luego Jonathan Rhys-Meyers se presentó y me dio un pequeño tour. Se lo agradecí muchísimo porque me tranquilizó bastante. Rodamos la primera escena, y todo salió estupendamente». Esa noche, dice, volvió «rendido al hotel».

A la mañana siguiente le esperaba otra sorpresa: «No sabía qué actriz habían elegido para interpretar a Catherine Parr, la sexta mujer de Enrique VIII, con la que tenía una escena de baile. De repente, entra Joely Richardson y toda la sala se quedó en silencio. Me acuerdo de que enseguida desalojaron la sala de ensayo y me quedé solo con ella y con la coreógrafa. Siempre he tenido una admiración enorme por Vanessa Redgrave y toda su familia. Desde ese día, Joely y yo nos caímos muy bien y nos pasamos la mayoría del rodaje riéndonos».

También ha habido malos momentos, por supuesto: «El peor de los peores fue cuando me dieron un papel en una película muy importante al llegar a Los Ángeles [donde Tassone reside actualmente], y no pude rodarla porque el estudio no aceptó mi visado. Enseguida me puse las pilas y conseguí la residencia».

Voz

O quizás no le suene la cara de Fabio Tassone pero sí su voz. Seguro que es usted gamer... «Empecé trabajando con mi voz al llegar a Londres. En una academia de arte dramático nos recomendaron grabar una demo de voz para posibles anuncios de radio y televisión. En aquel momento no le di mucha importancia, y tampoco pensaba que tenía mucho talento para ello, pero mis idiomas tuvieron mucho que ver [Fabio habla español, italiano, francés e inglés] y cambiaron la historia. En aquel entonces en Londres se grababan un montón de anuncios para el mercado europeo. Me eligieron para varios proyectos importantes y fui de un trabajo a otro, y me introdujeron en el universo de dar voz para videojuegos». Él destaca dos de sus trabajos en este campo: «Unchartered 4, porque me encantó hacer tantas voces diferentes para un mismo juego, y luego el de Juego De Tronos, que me dio la oportunidad de trabajar con varios actores de la serie de televisión. Soy muy fan de la serie, o sea que te puedes imaginar cómo me puse de contento».

Dwayne Johnson

Y después llegó Dwayne The Rock Johnson (quien curiosamente trabajará pronto con otro malagueño, Dani Rovira, en 'Jungle Cruise') y su 'Rascacielos'. «Es muy importante para mí, aunque sólo salga en la peli un par de segundos. Es mi primera película de alto presupuesto, y fue la primera vez que rodé en un estudio de cine de Los Ángeles. La peli se rodó en Canadá el año pasado, pero necesitaban añadir unas escenas extra. Hago el papel de un locutor de telediario francés. Éramos unos 10 compañeros que hacíamos de locutores de distintos países; estuvimos grabando muchas horas con mucho texto, y nos lo pasamos todos muy bien. Al final sólo aparecemos tres compañeros en la peli (incluido yo) un par de segundos cada uno. Pero así son las cosas: ¡Tuve suerte de que no cortaran mi escena en la edición! Dwayne Johnson vino personalmente a conocernos y se portó estupendamente».

¿Cuáles son los proyectos inmediatos y a medio plazo de Fabio Tassone? «Siempre me quedo en el corto plazo, porque es literalmente imposible planificar algo en esta profesión. Creo que lo importante es estar siempre preparado para agarrar la oportunidad cuando te pase por delante. Me gusta mucho trabajar, me lo he currado mucho y pienso seguir currándomelo. Las satisfacciones y experiencias que me ha dado el mundo de la interpretación me han demostrado que esto vale la pena».