La travesía que comenzó hace siglo y medio será la protagonista de los programas de la Sociedad Filarmónica de Málaga. Para empezar, encuentro festivo con una de las agrupaciones musicales de menos raigambre en el viejo continente aunque de larga tradición en el mundo anglosajón y especialmente norteamericano, la brass band, aquí encarnada por la Málaga Brass Band que encabeza el maestro Víctor Eloy López.

Sonido contundente, en ocasiones emocionante otras rayando los límites de lo audible aunque el interés y el propio color que proporciona este tipo de formaciones ofrece una perspectiva singular alejada de la simple anécdota. En este sentido, sirva como ejemplo la lectura de la Málaga Brass Band de la Rhapsody in blue, de Gershwin,que puede servir de testigo sobre el que apreciar cómo conjuntos formados únicamente por bronces y sección de percusión pueden recrear los colores sinfónicos hasta converger al piano de forma solvente sin alterar el tono contrastado y concertante.

Raquel Pelayo pondría voz a uno de los pilares del concierto centrado en el repertorio americano del siglo pasado, y en especial el universo del jazz con The man I love, versión sólida, redonda y aterciopelada en el plano superior mientras que en el medio bajo resuelve con maestría. La soprano Alba Chantar mostraría una mirada dominada por la técnica lírica al abordar Summertime, manteniendo el equilibrio entre expresión, talento y musicalidad. Juan Lago, como solista en la Rhapsody in blue, demostró temple y continua preocupación por empastar con la formación de Víctor López, muy hostil, llegando a velar los momentos a tutti alejado de la dirección sostenida que se dibujó en páginas anteriores.

El aniversario Bernstein introdujo la segunda parte del programa destacando por su factura On the waterfront suite, que puso a prueba la capacidad técnica de los atriles dadas las tensiones marcadas a golpe de ritmos y sus contrarios o tuttis frente a pianos y que imponen precisión en cuanto a medida y dinámica.

Tras la Fanfarria compuesta por J. Williams para los Juegos Olímpicos de Los Ángeles cerraba el concierto otra obra -Star Wars- inspirada en el compositor neoyorquino del maestro Arturo Díez. Se trata de un fragmento arreglado para Brass Band realizado especialmente para la Sociedad Filarmónica aperitivo de un gran trabajo sinfónico, aún en plena creación, titulado Star Wars Heredero del Imperio con la que el músico malagueño ofrece su visión más personal de la mítica saga.