En 1961, durante la celebración de su octogésimo cumpleaños, Picasso recibió, sorprendido y emocionado, una garrafa de moscatel de Málaga de manos de Antonio el Bailarín. El momento, inmortalizado por el fotógrafo Juan Gyenes, sirve de testigo visual del sentimiento de añoranza del pintor hacia su tierra. Junto a esa singular fotografía, que forma parte de la exposición El sur de Picasso. Referencias andaluzas, inaugurada ayer en el Museo Picasso, el visitante puede escuchar una breve entrevista en la que el genio afirma convencido: «Nunca he olvidado España». Precisamente, la nueva muestra temporal de la pinacoteca se sumerge en las raíces andaluzas y españolas que mantuvieron el arte del malagueño ligado a la herencia cultural hispánica. Picasso vivió gran parte de su vida fuera de España, y aunque su creatividad logró traspasar todas las fronteras conocidas para convertirse en universal, el acervo artístico de su país fue uno de sus puntos cardinales.

El recorrido de la exposición, que podrá visitarse hasta el próximo 3 de febrero, se articula en el diálogo entre obras de Picasso junto a valiosas piezas arqueológicas y pinturas de grandes maestros como Zurbarán, Velázquez, Murillo, Goya, María Blanchard o Juan Gris. La muestra abarca desde el arte íbero, pasando por la antigüedad clásica y el barroco y finaliza con el malagueño convertido en inspiración para sus coetáneos al ser protagonista de un episodio esencial en la modernidad artística española.

La exposición, que presenta un total de 204 piezas y está enmarcada en el proyecto internacional Picasso-Méditerranée, liderado por el Museo Picasso de París, defiende la idea de que Picasso nunca dejó de interesarse por los orígenes y tradiciones de la pintura, del mismo modo que su condición migrante lo mantuvo emocionalmente afianzado a su país, sin despojarse de la lealtad a su filiación cultural: Málaga, Andalucía y España forman parte de su ser meridional, no solo artístico. Así, la influencia del Mediterráneo, la mirada mágica, el retrato en la historia, lo clásico, la representación de la vida y la muerte en el Barroco, las dolorosas, los arquetipos y los rituales son algunos de los argumentos que permiten una aproximación a temas que forman parte de la iconografía del malagueño como son la tauromaquia, el bodegón, la vanitas, la maternidad, los ritos o su filiación pictórica con los maestros barrocos españoles, permitiendo desvelar diversos aspectos su notable identificación y novedosa interpretación del legado artístico español.

15 aniversario

Con esta inauguración arrancan los actos de celebración del decimoquinto aniversario del Museo Picasso Málaga, una institución que marcó los primeros pasos de la ciudad hacia la excelencia cultural. «Hoy Málaga es la ciudad de los museos y un destino cultural. Picasso cambió la historia del arte y este museo cambió la historia de esta ciudad hace 15 años», apuntó el consejero de Cultura, Miguel Ángel Vázquez.

Por su parte, el nieto del artista y presidente del Consejo Ejecutivo de la pinacoteca, Bernard Ruiz-Picasso, hizo pública su satisfacción sobre el funcionamiento del museo durante estos años. «Es un momento importante. Esta institución tiene más madurez, lo que nos permite soñar en lo que será en los próximos años».

Junto a la exposición, el Museo Picasso acoge entre hoy y el jueves el IV Congreso Internacional Picasso bajo el lema Picasso e historia, una cita que contará con la presencia de más de dos centenares de expertos procedentes de diferentes puntos de la geografía española y de países tan distantes como Estados Unidos, Argentina, Reino Unido, Suiza, Bélgica y Turquía, entre otros. Todos ellos, asistirán a tres días de conferencias en la que se desarrollarán más de una veintena de ponencias, en las que se analizarán las experiencias vitales del pintor así como las claves de su producción artística.

Tanto la exposición como el congreso cuentan con el apoyo de la Fundación Unicaja. Su presidente, Braulio Medel, felicitó al museo por su cumpleaños y anunció que la institución ha renovado su «compromiso en todos aquellos eventos que el Museo Picasso pueda tener en el futuro», recordando que Unicaja ha estado junto a la pinacoteca malagueña «desde el principio».