El 51 Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya que se celebra en Sitges (Barcelona) ha estrenado este jueves mundialmente la "parodia" 'Superlópez', del catalán Javier Ruiz Caldera, y con Dani Rovira en el papel protagonista.

En rueda de prensa este jueves, el director de Viladecans (Barcelona) ha confesado el respeto con el que empezó el proyecto, al trabajar sobre un material muy delicado y "casi mitológico que forma parte del imaginario infantil", en referencia a las historietas creadas en 1973 por el dibujante Jan que ironizaban a Superman de DC Cómics.

La película, que se ha proyectado la mañana de este jueves y volverá a verse por la noche, narra la historia de un superhéroe procedente del planeta Chitón que aterriza en la Tierra y, como adulto, trabaja en una oficina de Barcelona mientras ejerce a escondidas como superhéroe.

Historia original

Ruiz Caldera ha explicado que decidió no adaptar ninguna historia concreta de la saga 'Superlópez' para evitar comparaciones, y ha añadido: "Ha sido más divertido hacer una historia original y así librarnos de bastantes compromisos".

Ha defendido que la película entra en "un hueco que no se cuenta en los cómics" de 'Superlópez', como si fuera una especie de 'Superlópez Beginns o Los Orígenes', ha bromeado.

"Queríamos alejarnos de las películas de superhéroes. Estamos saturados del clímax final donde destruyen medio planeta", ha detallado el director, que ha combinado la acción y los efectos especiales con cierto costumbrismo.

Rovira y la parodia

Dani Rovira ha dicho que para la construcción de su papel decidió no centrarse en los superhéroes americanos, ya que ello habría implicado equivocarse, y ha agregado: "Si alguna cosa tenemos chula en este país es la capacidad de hacer parodia de otros lugares".

Rovira ha opinado que "el hecho de que salves el mundo no significa que no seas torpe", y ha instado a imaginar al actor Pepe Viyuela con superpoderes.

Preguntado por haber soñado de pequeño en ser 'Superman', Rovira ha dicho que, como todos los niños, fantaseó con ser un superhéroe, pero ha bromeado: "Yo de pequeñito quería ser Pipi Calzaslargas. Me flipaba la libertad anárquica que tenía. Y el caballo, que lo levantaba ella".

De hecho, sobre el reto que era encarnar al personaje ha confesado haber sentido mucho miedo por la gran exposición que le iba a comportar y por correr el riesgo de tocar algo sagrado al encarnar a un icono de los tebeos: "Me hubiera arrepentido toda la vida de no hacerlo".

Sobre el traje de su personaje, ha considerado que es un personaje más y que resulta ridículo e incómodo, especialmente cuando rodó en Barcelona en verano y le dio mucho calor, de modo que le llegó a "coger mucha tirria".