Es la artista del momento, quizás la primera estrella musical española que podría irrumpir con fuerza en el mercado anglosajón. Rosalía sigue lanzando adelantos de su inminente segundo disco 'El mal querer', y ahora ha sido el turno de 'Di mi nombre', su particular homenaje a una de las pioneras del jondo, La Repompa de Málaga. "Es una canción hecha en base a las melodías tradicionales de tangos de la Repompa de Málaga y un video inspirado por La Maja de Goya", anunció el día anterior la catalana.

El tercer y último adelanto de 'El mal querer' (el álbum sale el viernes a la venta) servirá para que muchos jóvenes se acerquen a la figura legendaria, totémica de la cantaora malagueña. El 6 de mayo de 1959, cuando tan sólo contaba con 21 años, la magistral voz de La Repompa dejó de hipnotizar al público para siempre, aunque los tangos de esta gitana del Perchel han quedado para siempre en la memoria de los amantes del arte jondo.

Desde Mairena a Camarón, pasando por Enrique y Estrella Morente, todos los grandes cantaores han rememorado los tangos de La Repompa en sus repertorios, llevando el nombre y el arte de esta malagueña, por todos los rincones del planeta. "Siendo mujer y gitana en los años cincuenta, La Repompa llegó a cantar por media España", destaca Paco Roji, autor de un documental sobre la cantaora.

"Repompa está, repompa está y repompa se ha quedado". El abuelo de Enriqueta de la Santísima Trinidad de Los Reyes Porras fue quien concedió a La Repompa de Málaga su llamativo nombre artístico. La razón: desde pequeña la veía muy chiquitita, muy regordita y muy oscura.

Nacida en calle de La Puente del barrio del Perchel, ya de pequeña La Repompa dejaba patente su gran vocación por el cante escapándose de casa para ir a cantar por las tabernas y bodegones del Perchel y La Trinidad. Formó muy tempranamente en el cuadro de Los Vargas que impulsara el guitarrista Niño de Almería junto a otros artistas locales que también han conocido la gloria como La Cañeta de Málaga o Pepito Vargas.

Su fama repuntó cuando comenzó a trabajar en el desaparecido tablao malagueño 'El Refugio'. Allí recibió la llamada de Pastora Imperio para dar el salto a Madrid, donde se hizo íntima amiga de Lola Flores, y actuar durante temporadas en tablaos de San Sebastián, Palamós y Sevilla. Su producción discográfica fue corta y tuvo como guitarrista a Paco Aguilera. Durante su fugaz gloria artística coincidió con artistas de la talla de Porrina de Badajoz, Farruco, La Paquera o la propia Pastora Imperio, su gran valedora. Pero La Repompa murió pronto, demasiado, a los 21 años, y ya nadie pudo saber cuántos y qué cielos habría podido tocar su garganta.