En octubre de 1971, el mundo escuchó por primera vez Imagine, la canción y el álbum -también la película- que encumbró a John Lennon como símbolo de la paz mundial y como el ex Beatle de mayor éxito. Al igual que ocurrió con el Guernica de Picasso, los versos de Imagine lograron traspasar las coyunturas políticas, sociales y estéticas de su época para alzarse como una obra universal y atemporal: en un símbolo cuyo mensaje pervive hasta nuestros días. Pero aunque en los créditos de la canción solo aparece el músico de Liverpool, lo cierto es que el inmortal himno no puede presumir solo de padre. La madre de la criatura -no acreditada como coautora hasta 2017-es Yoko Ono, la injustamente odiada compañera de Lennon, sobre la que cayó la ira de los admiradores de los Fab Four, que le acusaron de la ruptura del grupo.

Imagine letting a goldfish swim across the sky.Imagine one thousand suns in the sky at the same time.Imagine the clouds dripping.

Estas líneas, pertenecientes al libro conceptual Grapefruit (1964), de Yoko Ono, alimentarían la imaginación de Lennon a la hora de componer su más icónica canción. «Imagine se inspiró en Grapefruit. Hay muchos fragmentos en él donde dice ‘imagina esto’ o ‘imagina aquello’. Basta con echarle un vistazo a Grapefruit para ver cómo me influyó. Imagine jamás se podría haber compuesto sin ella. Y, aunque sé que me ayudó mucho con la letra, no fui lo suficientemente hombre como para acreditárselo. Así que esta canción la compusieron John & Yoko, aunque sigo siendo tan egoísta e inconsciente como para usar su contribución sin reconocerla. La canción en sí expresa lo que he aprendido gracias a estar con Yoko y mis propios sentimientos al respecto. Y debería decir ‘Lennon/Ono’ en la canción, ya que ella participó mucho», aseguró el ex Beatle en una entrevista en 1980 que recoge el imprescindible volumen Imagine John Yoko, libro editado por Blume en el que se recopilan todos los detalles del proceso de creación del álbum.

En sus páginas, repletas de fotografías inéditas, el lector encontrará los testimonios de los músicos, técnicos, ingenieros de sonido, fotógrafos, periodistas y amigos de Lennon que participaron de un modo u otro en la creación del disco, desde la elaboración de la portada, hasta el rodaje de la película o las sesiones de grabación.

El relato de Imagine John Yoko arranca con el pedido de John Lennon del piano blanco Steinway ‘O’ que le regalaría a Ono por su cumpleaños en 1971 y que se convertiría, junto a la Habitación Blanca de la casa de Tittenhurst Park, en un protagonista más de Imagine. En su misiva, uno de los numerosos documentos que recoge el libro, el músico especificaba las líneas que debían inscribirse en la placa de plata que luce el instrumento sobre la teclas y que reza lo siguiente:

This morning.A white piano.For YokoFrom John with love 18.2.1971.

El volumen descubre los lugares, los protagonistas, la música y la letra, las técnicas de producción y el proceso creativo realizado con polaroids con doble exposición y la pintura de nubes de Geoff Hendricks que dieron forma a la carátula del álbum. Cada uno de los diez cortes del disco, en el que se encuentran otras gradísimas composiciones, entre ellas Jealous Guy, How?, It’s So Hard o I Don’t Want to Be a Soldier, aparecen comentados por John y Yoko, así como por los que participaron o estuvieron presentes en las sesiones de grabación, especialmente los músicos, como George Harrison, el pianista Nicky Hopkins, el saxofonista King Curtis o el bajista Klaus Voorman.

Aunque Imagine es un álbum que respira el carácter antibelicista que promovían Lennon y Ono a través de su campaña lanzada en 1969, el álbum también contiene la airada How Do You Sleep?, canción en la que el ex Beatle arremete contra Paul McCartney y que no hizo sino agrandar la leyenda de rebelde e inconformista que siempre le acompañó.