Consciente, como asiduo lector de literatura negra, de que en este género no abundan los libros protagonizados por mujeres, el periodista de La Opinión de Málaga y escritor José Antonio Sau ha querido dar la voz a una detective en su nueva novela, Lola Oporto. «El personaje surgió fundamentalmente porque hay pocas detectives en la literatura negra española e internacional, y me parecía interesante hacer una novela negra con una mujer protagonista», afirma Sau, que presenta el próximo jueves en Málaga este libro publicado por Ediciones del Genal.

La protagonista es una expolicía que, al verse implicada en un caso de corrupción, acaba dejando el cuerpo e intenta ganarse la vida como detective privada, aunque se verá envuelta en la resolución de una serie de crímenes que empiezan a suceder en la ciudad. «En ese momento se está dedicando a los fraudes al seguro y a las infidelidades, y en principio no quiere volver a la primera división policial después de haber pasado por la UDYCO y la Unidad de Homicidios de la Policía Nacional, pero algo la hace volver», explica el autor.

Se trata de un personaje femenino «potente» que pretende «abrir camino» para que haya más mujeres protagonistas en este tipo de novelas, según Sau, que ha ambientado la historia en Málaga y ha utilizado como «trasfondo» algunos de los casos que ha cubierto como periodista especializado en la información de tribunales de este periódico. Así, están «los años del gilismo en Marbella, la corrupción de guante blanco, el caso Malaya o las estafas inmobiliarias en la Costa del Sol». También aparece un caso de corrupción policial «por el que se acabó condenando a parte de la cúpula de la UDYCO Costa del Sol por ayudar a escapar a un narco italiano a su país» o los crímenes de las jóvenes Rocío Wanninkhof y Sonia Carabantes, todo «como telón de fondo».

Para el personaje de Lola Oporto, se ha inspirado parcialmente en investigadoras que ha conocido «en el Cuerpo Nacional de Policía y sobre todo en la Guardia Civil» de las que refleja «mucho de su personalidad, la audacia y la fortaleza de carácter».

De su experiencia como periodista, también surgió una pregunta que plantea en este libro, al comprobar cómo, en muchos juicios por homicidios y asesinatos, los abogados defensores aluden «a una enajenación transitoria, un trastorno de la personalidad o una enfermedad mental para explicar el comportamiento de su cliente»: «La pregunta a la que intento responder en la novela es si cualquier persona, al darse las circunstancias negativas adecuadas, puede ser capaz de matar, porque no queremos creer que una persona normal sea capaz de eso, pero en un alto porcentaje la naturaleza homicida forma parte del hombre desde el principio de los tiempos».