Alfredo Tejada (Málaga, 1979) ha sido artista flamenco desde la cuna, aunque como él mismo confiesa, no fue consciente de ello hasta que no «profundizó en el sentimiento» que le despertaba esta música. Malagueño en tierras granadinas, ganó el año pasado la Lámpara Minera, dentro de la 57 edición del Festival Internacional del Cante de las Minas, un reconocimiento que le ha cambiado la vida pero que no ha hecho que trabaje menos de lo que ya lo hacía en sus inicios, hace 20 años. Tejada, fiel a su pasión y al trabajo, ha conseguido lanzar su segundo álbum Sentidos del Alma, en el que muestra su lado más personal a través de las letras que ha compuesto editado él mismo. Además, cuenta con la colaboración de grandes como Miguel Poveda, Makarines, Antonio Rey o José Luis Montón.

¿Qué ha supuesto en su carrera ganar la Lámpara Minera ?

A nivel mediático ha supuesto mucho aunque sigo trabajando como antes. Este reconocimiento ha sido un trampolín en mi carrera en solitario. Antes de conseguirlo he trabajado con muchos artistas y he hecho mi carrera en el cante para baile. Ahora he conseguido tener mi propio nombre dentro del flamenco, trabajar para mí mismo y expresarme tal y como soy.

¿En qué se diferencia Sentidos del Alma de su anterior álbum, Directos?

No tienen nada que ver. El primero toca más el flamenco clásico; quería adentrarme en el mundillo y hacerme un hueco. El segundo está hecho con el corazón, he querido contar más que cantar. Además, es mucho más personal y tiene una fuerte carga social. Le canto a mi amigo Enrique Morente, a mi hija, a mi mujer y a Aylan Kurdi, el niño sirio que murió ahogado en aguas turcas. Dentro se encuentra el porqué de mi vida.

¿Cree que es necesario que el flamenco actual cante las cosas que pasan hoy en el mundo?

Antiguamente el flamenco sufría y las vivencias diarias hacían que te expresaras como se contaba el flamenco de aquel entonces. Hoy en día, el flamenco es diferente porque tenemos otras vivencias. Yo soy un flamenco atípico, no porque quiera serlo, simplemente va en mi personalidad y yo tengo la necesidad de contar cosas. Todas las letras en mi disco tienen un trasfondo y cuentan historias.

¿Cuál cree que es el palo que mejor define la situación política de nuestro país?

[Risas] Creo que los tanguillos de Cádiz, porque siendo cómicos, tienen una transcendencia social muy importante. Nos están contando la cruda realidad mientras nosotros somos felices.

Además de ser cantaor es un empresario en sí mismo: saca sus propios discos en su discográfica y es su propio manager. ¿Es complicado ser autónomo en el sector cultural?

Muchísimo, yo gracias a Dios no me puedo quejar pero tengo muchos amigos artistas que solo pueden dedicarse a esto en las temporadas de verano. La situación es muy jodida. El autónomo a nivel europeo está muy bien tratado y en España no.

¿Cantaor se nace o se hace?

Hay que trabajar aunque tengas un don para ello. Creo que yo moriré aprendiendo. El flamenco es un mundo muy amplio y yo soy de los que investiga y quiere saber más. El artista tiene que amar lo que hace y no ser un producto, aunque a veces nos gusta más llenar la cartera que la inquietud. El éxito no llega sin esforzarse y sin fracasar antes. Tienes que moverte, luchar por tus ideales y enseñárselo a mundo. Antonio Gades me dijo una vez: «Que el duende te pille trabajando». Eso es clave.

¿Qué piensa de la polémica en torno a Rosalía?

Nos centramos más en criticar que en disfrutar. Ella ha creado un género. En el momento que sale una persona joven, cantando como Rosalía y adquiere cierta relevancia la gente la critica y cree que para ser flamenco hay que cantar soleá como Juan Talega. Juan Talega es Juan Talega, yo soy Alfredo Tejada y ella es Rosalía y cada uno tiene sus vivencias. Ella tiene sus formas de sentir y se expresar. Hay que respetarse, dejar que disfrute y disfrutar de su música.