'Construir el Aire: arquitectura y diseño hinchable' es el nombre de la nueva exposición temporal que irrumpe en el Centre Pompidou de Málaga, para mostrar el aire como material de construcción y motivo de cambio de la sociedad y de la ciudad en sí. Un espacio inédito con el que se pretende presentar el entusiasmo que suscitaron las estructuras hinchables.

«Una exposición en la que se funden la arquitectura y el diseño que tras un duro trabajo de investigación, y que pretende dar una nueva concepción del aire». Así definía la muestra Serge Lasvignes, presidente del Centro Pompidou, quien presentó la exhibición junto al alcalde de Málaga, Francisco de la Torre; la concejala de Cultura, Gemma del Corral; el director de la Agencia Publica para la Gestión de la Casa Natal Palo Ruiz Picasso, José María Luna, y la comisaria de la exposición, Valentina Moimas.

Esta exaltación de la estructura hinchable viene a mostrar al espectador la irrupción de la arquitectura en la décadas de los 60 y 70 y a analizar esta forma de diseño. Este fenómeno está presente en el corazón de la exposición, que desde el 8 de noviembre y hasta el próximo 10 de febrero podrá disfrutarse en las salas del museo.

La muestra está dividida en cuatro secciones, Imaginar la ciudad, Construir con el aire, Vivir en hinchables e Intervenir en el espacio público, y la componen más de doscientas piezas entre las que se encuentran maquetas, dibujos, fotografías, vídeos, objetos de diseño y documentos provenientes de las colecciones del Musée National d'art Moderne. Aérolande, Bernard Quentin, Hans Hollein o Carlos Ferrarter y José Miguel de Prada Poole son algunos de los autores incluidos. Aunque los proyectos a los que se refieren las piezas no superaron en su tiempo el plano teórico, sí contribuyen a que se amplíe el imaginario de la disciplina.

Tal y como ha referido Lasvignes, «el visitante podrá redescubrir la época en la que se basa y compararla con la actualidad», ya que los orígenes de lo que puede verse se remontan al año 1950, cuando la investigación sobre las materias plásticas dio lugar a la producción de objetos que utilizaban el aire como «material». Se presentan las diferentes alternativas que los arquitectos elaboraban para «cambiar la lectura de la realidad», con proyectos basados en innovaciones tecnológicas que permitan ligereza y facilidad de ejecución. Se abre una reflexión en la arquitectura sobre los nuevos modos de habitar en los que las personas estarían más en movimiento y los edificios se podrían desplazar a pesar de las limitaciones del entorno.

Como señaló la comisaria de la muestra durante su inauguración, «estos descubrimientos, fruto del progreso en el sector aeroespacial, no tardaron en aplicarse a la construcción civil y el diseño. En estas décadas las estructuras hinchables irrumpen en la vida cotidiana en forma de muebles, edificios y ambientes, abriendo una reflexión sobre los modos de habilitar en los que las personas estarían más en movimiento, los edificios podrían desplazarse o la ciudad desarrollaría su restringido entorno». En la muestra «se cruzan el arte y la sociedad», además de profundizar en la arquitectura, los visitantes podrán «redescubrir» la época de los 60 y 70, donde la cultura hippie «se transforma» y demuestra que la utopía que se reivindicaba «es posible».