El eterno resplandor de las calles de Las Vegas no ha sido capaz de eclipsar ni un ápice la ilusión y alegría con la que José Manuel Gil de Gálvez pasea estos días por la ciudad de Nevada, donde esta noche se celebra la decimonovena edición de los Grammy Latinos. El primer violín y responsable de Concerto Málaga, orquesta reconocida internacionalmente por su labor de investigación en el descubrimiento y recuperación de la música de cámara española, asegura que la candidatura recibida por la formación malagueña a mejor álbum de música clásica gracias a su disco Serebrier conducts Granados es en sí misma todo «un premio».

«Es un premio al deber cumplido. Llevamos 22 años, desde 1996, buscando la calidad y la excelencia. Ganar sería el remate, pero lo importante ha sido lograr dar ese salto que nos ha traído hasta aquí. Por eso siento que Concerto Málaga ya ha ganado», explica Gil de Gálvez desde el otro lado del teléfono. Con el sueño cambiado a causa del jet lag, el maestro considera que «sería genial debutar en estos premios» alcanzando el galardón, aunque insiste en que lo más importante es «haber sido seleccionados entre más de 500 trabajos».

En el compacto, Concerto Málaga interpreta, bajo la batuta de José Serebrier, piezas de Granados pero también ejecutan piezas de Albéniz y Tárrega, entre otros autores, recontextualizándolas con nuevos arreglos. El álbum ha gozado del beneplácito de la crítica especializada, con reseñas positivas de Grammophone, por ejemplo.

Llegado el momento, e imaginando que finalmente logran el Grammy, José Manuel Gil de Gálvez asegura que los agradecimientos irán dirigidos tanto al equipo humano que forma Concerto Málaga como a aquellos que les han apoyado a la formación a lo largo de su trayectoria. «En primer lugar, los agradecimientos serían en clave interna y emotivos. Y estarían dedicados al grupo de personas que forman Concerto Málaga. Por su implicación y trabajo. Es toda una gesta llegar hasta aquí desde Málaga. Y también habría que agradecerle a la propia ciudad y a todos los que nos han apoyado en el camino».

Según el violinista, que la música clásica participe en una evento copado principalmente por artistas de pop y rock «es muy positivo», ya que así gana en visibilidad. «Estos premios están protagonizado por personajes muy mediáticos, como los malagueños Pablo Alborán y Pablo López, lo que hace que sean muy conocidos y seguidos por los mass media».

Lo consigan o no, la nominación ya ha dado como resultado «un mayor interés» por el trabajo que desarrolla Concerto Málaga. Y el futuro inmediato, con o sin Grammy, viene repleto de proyectos: «El año que viene visitaremos Finlandia, Corea del Sur, Irlanda, Azerbaiyán, Túnez... Sacaremos dos nuevos discos y ya estamos sumergidos en la puesta en marcha de la nueva sede». La música de cámara malagueña, que ya se ha ganado el respeto y admiración de medio mundo, está a un salto de tocar hoy el cielo de Las Vegas. ¡Suerte!