Grabado entre Málaga y Los Ángeles, el nuevo trabajo de Vanesa Martín, 'Todas las mujeres que habitan en mí', llega hoy a las tiendas a pocos meses de concluir la gira de su anterior disco, 'Munay', con el que alcanzó el doble disco de platino. La malagueña reconoce que no tenía en mente regresar tan rápido, pero las experiencias acumuladas durante este tiempo se convirtieron en canciones "por necesidad". El resultado es un álbum "luminoso como Málaga" en el que expresa sus sentimientos de forma más "directa" de la que nos tiene acostumbrados. El próximo lunes, la cantante acudirá a El Corte Inglés de la avenida de Andalucía (17.00 horas) para firmar discos. Y el 20 julio su nueva gira llegará al Auditorio Municipal.

¿Estamos ante su disco más visceral?

Sí. Es un disco que nace desde lo más profundo de mí, de mi centro, de mis vísceras...

¿Qué ha ocurrido para que sea así? ¿Antes tenía miedo a desnudar sus sentimientos en las canciones?

No. Cualquiera que siga mi trayectoria sabe que soy bastante clara y visceral desde el principio. Nunca he tenido ningún pudor a la hora de escribir una canción. Pero sí que es verdad que a raíz de vivir tantas cosas con el anterior disco, Munay, tanto a nivel profesional como personal, tenía necesidad de contar las emociones más puras que he sentido. Y de una manera diferente. Siempre he contado las cosas sin ningún tipo de pudor, pero quizás en este disco la manera de contarlas es más visceral.

Con menos maquillaje...

Es más directo.

Junto a lo positivo también está lo negativo, como el miedo o la culpa.¿Cómo se ha encontrado con estos sentimientos al transformarlos en canciones?

De todas esas mujeres que habitan en mí hay una a la que le da por sentirse culpable por cosas que me han pasado o por decisiones que he tomado en mi vida en algún momento. Por eso hice la canción que se titula La culpa, para despedirla bonito y decirle 'venga chata, ya nos vemos. Date una vuelta, que me tienes cansada ya con tanta culpa'.

Bueno, eso también forma parte de aceptarse a uno mismo, ya que en cada uno de nosotros conviven Jekyll y Hyde...

Completamente. Es un disco de aceptación total. En el single, Inventas, empieza diciendo: De todas las mujeres que habitan en mi / Juro que hay algunas que yo ni conozco / Inevitablemente ya me acostumbré /A dejarle a la izquierda lo que no controlo. Es aceptación total, pura y dura. Mi corazón y mis sentimientos son los que llevan el ochenta por ciento de la dirección de mi vida. Y a partir de aquí ya se resuelve otra historia. Pero hay que aceptarse primero.

¿A cuantas Vanesas, además de las que ya conocemos, vamos a descubrir en estas canciones?

Cada uno tiene dentro de sí todas esas personalidades que van a descubrir y que ellos mismos ni conocen. La vida nos sorprende y nos pone momentos por delante que hace que nos resolvamos de una manera u otra. En mi caso, en las canciones está la Vanesa fuerte, la pasional y trabajadora. La Vanesa vulnerable, la tímida. La Vanesa introspectiva; la que no se conforma; la Vanesa rebelde. La que no se calla cuando tiene necesidad de decir algo. La Vanesa observadora... Hay muchas. Y de alguna manera, todas se ven claramente en el disco.

¿Después del enorme éxito de Munay y de la extensa gira que le acompañó, no tenía ganas de tomarse un descanso?

Tenía ganas de parar. Y la verdad es que pensaba que iba a pasar más tiempo, precisamente en Málaga, tocándome la barriga. Y de repente, cuando empezamos a hablar del disco nuevo a largo plazo me puse a mirar las canciones que había escrito durante la gira. Me di cuenta de que tenía varias canciones y que el cuerpo me pedía meterme en el estudio y arreglarlas. Y ahí estaba otra vez en noviembre.

¿No ha pensado en que el cuerpo le puede decir "hasta aquí", como le ha pasado a algunos compañeros suyos?

Cuando el cuerpo te dice que tienes que parar, tienes que escucharlo. Y ahí no hay ninguna duda posible. Cuando sientes que tienes que parar, porque lo notas en tu carácter, en tus fuerzas, en tu cabeza, que no estás donde tienes que estar, es el momento de parar. Yo toco madera y confío en que me de cuartelillo con este disco. Porque ya te puedo asegurar que después de este disco voy a parar mucho tiempo. Me voy a tomar mi año sabático al cien por cien.

¿Como fue grabar este álbum entre Málaga y Los Ángeles?

Eso es otra cosa que quería decir. Es verdad que he parado muy poco, pero empezamos a grabar el disco en mi casa en Málaga. Y me llevé a los americanos a Benalmádena. Trabajábamos mirando al mar. Estar treinta días seguidos amaneciendo en tu casa es un privilegio.

Por tanto, podríamos afirmar que las canciones de 'Todas las mujeres que habitan en mí' tienen aire malagueño.

El setenta por ciento del disco es malagueño, porque además es una coproducción entre Eric Rosse, el guitarrista malagueño José Marín y mía. Y ha participado el pianista Tony Romero, que también es malagueño. El disco es luminoso como Málaga.

¿No tiene la sensación de que vivimos un tiempo de crispación generalizada? ¿De que está todo el mundo enfadado por todo?

Creo que estamos todos más nerviosos de la cuenta. Y lo que tenemos que hacer es desarrollar más la empatía, la ética y la moral bien entendida. Y tenemos que ayudarnos más que enfrentarnos. Estamos recuperándonos económicamente de muchas cosas y siempre no pueden haber problemas. La luz tiene que volver a las casas. No podemos estar siempre crispados o frustrados por algo. Y todos tenemos mucha responsabilidad, tanto los medios de comunicación como los que tenemos acceso a ellos. Tenemos que enviar el mensaje de cercanía y no de confrontación.