El nuevo número de la revista 'Litoral' está dedicado a las islas después de "una geográfica y sentimental" decisión de sus editores, quienes han recordado que el libro más emblemático de Manuel Altolaguirre, uno de sus fundadores, lleva por título 'Las islas invitadas', una edición aparecida en 1926 en los primeros suplementos de esta publicación, "título que podría ser la bandera de cualquier expedición donde las islas fueran la razón de un destino poético".
Así, según han precisado en las páginas del nuevo número de Litoral "se escucha el eco de innumerables islas en el sentir de cientos de artistas e escritores".
Islas utópicas, míticas, paradisiacas, fantásticas, la postal del arte y la literatura hacen turismo por todas las épocas y todos los mares en el nuevo número de la revista.
En concreto, se abordan desde aquellas islas que ambientaron la imaginación de pequeños, tierras rodeadas de misterio, aventuras y tesoros hasta completar un largo crucero donde se recogen esas muestras, y señales que ha dejado la literatura y el arte en estas aisladas geografías.
Al mantenimiento de la leyenda ha contribuido la literatura con títulos como 'Robinson Crusoe', 'La isla del tesoro', 'Utopía', 'El señor de las moscas', 'La isla del Dr. Moreau', 'Viajes de Gulliver y La isla misteriosa', entre otros, pero además, los poetas también han sido tentados por esta magia desde los tiempos de Homero y la 'Ítaca de Ulises', la isla mitológica que Lord Byron quiso comprar.
En suma, las islas han sido y son testigos mudos, pero activos de la Historia. De ello habla Rafael Cámara Artigas Presidente del grupo de Geografía Física de la Asociación de Geógrafos Españoles.
"Las islas son un misterio. Nacen desde los abismos marinos empujadas por fuerzas telúricas, son separadas de los continentes por la actividad sísmica o se materializan por condensación del magma volcánico al contacto con el agua", remarcan.
Además, su rasgo esencial, el aislamiento, confiere a sus pobladores una personalidad bien diferente. Por otro lado, Ben Clark escribe sobre la extraña sensación de haber sido isleño sin percatarse hasta haber vivido en un continente. Y Nuria Mendoza cuenta la experiencia de vivir momentos muy difíciles en Nueva York, una megalópolis rodeada de islas.
