Dylan siempre ha sido un músico de carretera. Por mucho que las notas sobre el artista norteamericano señalen que su Never Ending Tour, gira con la que regresará a España y a Málaga en la primavera del próximo año, arrancó hace tres décadas, en 1988, lo cierto es que el autor de Percy's Song nunca ha dejado los escenarios, aunque ha optado, sabiamente, por no ponerle distintos títulos a sus viajes por el planeta, como hacen el resto de sus compañeros de profesión.

En los primeros años sesenta, Dylan logró un contrato con Columbia a base de tocar y tocar en antros del Greenwich Village como el Café Wha? Con sus primeros discos firmó numerosas actuaciones en su país tan sonadas como las ofrecidas en el Carnegie Hall o en el Newport Folk Festival. Aunque su primer tour como tal no llegaría hasta 1965, tras el lanzamiento de Bringing It All Back Home, disco, el quinto de su carrera, con el que protagonizó el gran revuelo eléctrico de Newport en 1965 y por el que le gritaron «¡Judas!» en Manchester al año siguiente. Es cierto que entre 1966 -año en el que sufrió el accidente de moto en Woodstock- y 1974 estuvo retirado de los focos, pero ni siquiera entonces dejó de ofrecer actuaciones esporádicas.

Desde mediados de los setenta a esta parte, Dylan no ha parado de recorrer el mundo con su música. Y solo era cuestión de tiempo que volviera a visitar la Costa del Sol. Así que el próximo 4 de mayo los malagueños volveremos a tener la suerte de disfrutar de un concierto del cantante de Duluth, ahora convertido en Premio Nobel, después del mítico recital que ofreció en la plaza de toros de La Malagueta el 17 de abril de 1999. El festival Marenostrum Music Castle Park, que se celebra en la ladera del Castillo Sohail de Fuengirola, será el lugar donde el mítico músico se reencuentre con sus admiradores malagueños. Las localidades para esta cita, una de las ocho que Dylan protagonizará en nuestro país entre abril y mayo, saldrán a la venta a las 11.00 horas del próximo viernes, 28 de diciembre en la web www.riffmusic.es. Los precios van desde los 150 euros de la Zona Gold, la más próxima al escenario, a los 80 euros de la entrada general.

Con cerca de 100 conciertos por año, Dylan varía sus actuaciones según sus inquietudes artísticas. Si atendemos al set list de sus últimos conciertos -ofrecidos a principios de este mes en Estados Unidos-, en Fuengirola podrían sonar temas que recorren toda su trayectoria, desde los míticos Blowin' in the Wind y Like A Rolling Stone a composiciones de álbumes más recientes como Love And Theft o Tempest.

Aunque de un tiempo a esta parte, Dylan anda hipnotizado por el cancionero tradicional norteamericano, (Great American Songbook) del que surgieron géneros como el jazz y el rhythm and blues clásicos y que anticiparon la irrupción del rock and roll, los american standards que sonaron en las voces de Sinatra, Judy Garland, Sarah Vaughan Louis Armstrong o Billie Holiday. Pero Dylan sobre el escenario -quedan advertidos- es un Dylan completamente distinto al que se espera. Así ha sido siempre. También en Málaga, ciudad a la que acudió en 1999 para ofrecer un repaso por su inabarcable trayectoria. Aquella noche en La Malagueta el músico hizo de apóstol del folk con una sección en acústico, y de traidor, con la guitarra eléctrica en ristre. Sonaron sus inmortales Don't Think Twice, It's All Right o I Shall Be Released, entre otras muchas. Con su actitud y repertorio, el cantante mostró una de sus mejores versiones. Y el público no pudo más que rendirse a sus pies. Esperemos que se repita el 4 de mayo.