Se llama Marta Sánchez y es de Torre del Mar. El año pasado acabó Bachillerato, pero su futuro dio un giro de 180 grados cuando se convirtió en una de las 16 concursantes de la última edición de Operación Triunfo. Desde entonces, para sus fans, que ya son muchísimos, es Marta Sango y su talento le hizo llegar hasta la gala 10 del exitoso programa. Aún trata de digerir todo lo que ha vivido en apenas tres meses y casi recién llegada de los dos conciertos del Palau Sant Jordi, donde compartió escenario con los concursantes de 2017, pero esta joven cercana y con una sonrisa que no se borra nunca de su cara tiene los pies en la tierra y sabe que el camino difícil empieza ahora, para lo que está plenamente arropada por su familia.

La ilusión la tiene ahora puesta, como sus compañeros, en la gira que la llevará por distintos puntos de la geografía nacional, entre ellos Málaga, el próximo 6 de julio. «Tenemos muchas ganas de empezar los conciertos», asegura, al tiempo que cuenta que disfrutó muchísimo con las actuaciones en el Palau, donde cantaron dos noches seguidas el himno de OT18, Somos. «Yo era muy fan de la edición del año pasado y ahora he estado ahí con ellos compartiendo espacio, viendo los conciertos detrás del escenario», explica, recordando que cuando la gira de OT17 llegó a Málaga ella ya estaba inmersa en los castings. Con todos ha podido charlar, compartir alguna experiencia y sólo tiene buenas palabras para ellos, aunque admite que el año pasado tenía dos favoritos claros. «Los que más me gustaban eran Agoney y Alfred». Precisamente con el catalán comparte Marta muchas similitudes que no han pasado desapercibidas para sus fans, como su pasión por Michael Jackson y por un estilo musical más pegado a los ochenta que a la actualidad, algo que la joven torreña agradece con ilusión. Sobre su paso por la acedemia reconoce que ha habido muchas más luces que sombras, pero que también ha tenido sus malos momentos, porque para ella no ha sido fácil estar sin sus seres queridos. «Estaba muy acostumbrada a estar con ellos, y muchas mañanas me despertaba y veía que no estaba en mi casa y me daba un poco de ansiedad por no poder hablar con ellos, por no saber cómo estaban, qué estaban pensando».

Marta admite que el proceso de irse abriendo en la Academia fue poco a poco, pero que allí dentro logró ser ella misma, a pesar de estar rodeados casi las 24 horas del día de cámaras, y que también fue consciente de la evolución que estaba experimentando en el ámbito más puramente musical. La joven tuvo que afrontar cuatro nominaciones y en tres de ellas salió adelante, abandonando el programa en la gala 11 frente a la gallega Sabela. Cuenta que lo pasó mal en todos esos momentos y que uno de los más complicados fue su nominación con su primer solo, Y nos dieron las diez, una canción muy alejada de su estilo y que le costó hacer suya. Y no duda en responder que claro que le hubiera gustado que sus compañeros o los profesores le hubieran salvado en alguna de sus cuatro nominaciones. «Ves cómo algunos compañeros salen favoritos y que a otros les salvan y lo entiendes, pero claro que me hubiera gustado», incide.

Cuestionada por algunas de las polémicas que han acompañado a esta edición, como las comparaciones con la anterior, o las críticas cuando hicieron una sentada frente a las habitaciones o por los repartos de temas que para mucha gente no eran justos, señala que ellos vivían ajenos a todo lo que se hablaba fuera, pero que en las habitaciones sí hablaban más de cuestiones como las canciones que les tocaban cada semana. Su salida a firmar discos les dio la opción de tantear un poco el panorama y tanto entonces como ahora Marta agradece el cariño de los fans. Valora que no encuentre críticas ni haters como otros compañeros y se ríe cuando se le recuerda que para los seguidores de OT es una de las que mejor maneja las redes sociales. Pese a los cambios, dice que sigue siendo ella misma, aunque, eso sí, ahora la paran mucho más por la calle.

Sobre el resultado final del concurso, que dio la victoria a Famous, afirma que el resultado final, especialmente porque estaba convencida de que Alba y Natalia eran las favoritas. «Natalia se llevó la mejor puntuación del jurado y cuando salimos también vimos que Alba tenía muchos seguidores», aclara.

Un trámite que la joven torreña no tendrá que pasar es la selección para Eurovisión, después de que esta semana hayan sido elegidas las diez canciones finalistas. Marta optaba conVuelve, un tema que sabía que no era muy de su estilo, pero que había logrado llevar a su terreno y en el que quedaba patente su torrente de voz. Así que, ahora, además de cumplir sus compromisos profesionales le queda trabajar para el arranque de la gira, que será el próximo 8 de febrero en el WiZink Center de Madrid, un tour que los va a tener ocupados buena parte de este 2019. Mientras decide por qué estilo musical encauzar su carrera, Marta tiene algo claro: que va a seguir estudiando en este ámbito. «Quiero continuar mi formación, estudiar música y composición», explica la concursante, a la que su paso por el programa le ha dejado el interés por aprender a escribir, a saber cómo nacen las canciones. Sabe lo que quiere para su futuro más cercano: música y más música y centrarse en ello para que nadie la desvíe de su camino.