Antonio Banderas se sincera en el número de la revista 'GQ' febrero y repasa los motores que han impulsado su carrera: «El amor es lo que nos mueve a hacer cosas. Morirme no me da miedo. Lo que me da miedo es pararme, cansarme, agotarme. ¡Tengo tantas cosas por hacer!».

En la actualidad se encuentra inmerso en su proyecto empresarial más colosal: ultimar su Teatro Soho de Málaga. Con él no sólo dará otro empujón cultural a su ciudad, sino trabajo y posibilidades a los más de mil estudiantes que acogen las dos escuelas de arte dramático de la capital andaluza. «Es la ilusión más grande que tengo de los últi­mos años, más que cualquier película», confiesa, aunque proyectos, precisamente, no le faltan. Acaba de rodar con Meryl Streep y Gary Oldman 'The Laundromat', de Steven Soderbergh, y en poco tiempo estrenará Dolor y gloria, la última de Almodóvar.

«Me lo estoy pasando muy bien», aclara, «pero nada como traer a mi tierra teatro de gran categoría. Y además, siguiendo la formula america­na. Ellos dicen: ¿Quieres un teatro? Pues págalo». Ante la tesitura, Banderas decidió hacerlo privado -«o, como dicen en EEUU, una iniciativa non profit», aclara-. «No quería hacerlo con dinero público, la financiación vendrá del patrocinio y la taquilla. Y rendir cuentas única y exclusivamente a los que tenemos que rendir cuentas: a los que se juegan los cuartos». Entre ellos, él mismo. «Pero yo no voy a ganar dinero. Yo aporto una suma anual de 222.000 euros a través de una fundación, pero si al final de la temporada se producen dividendos, se reinvertirán en hacer una mejor temporada siguiente. Y otro de los mensajes que lanzamos es que yo no quiero un teatro como un edificio, sino que se extenderá a los barrios y a la vez abrirá vías a otras alternati­vas laborales. Queremos traer a los mejores escenógrafos, maquilladores, expertos en gestión o producción».

Todo por el teatro. Y evoca un espec­táculo que vio hace poco en Nueva York, el musical sobre Alexander Hamilton, uno de los padres funda­dores de los Estados Unidos: «Es una de las cosas más impresionantes que he visto recientemente. Ya nos han contado la historia mil veces, pero se trata desde un ángulo absolutamente diferente. Y ésa es la esencia del arte: una reinterpretación de la realidad, una reflexión de lo que somos, pero sorprendiéndote de nuevo».