Carmina BuranaLa Fura dels Baus

Solistas: Amparo Navarro, Antonio Torres, lluís Frigola

Dirección musical: César Belda

Dirección de escena: Carlús Padrissa

Traspasado el ecuador del Festival de Teatro de Málaga, el fin de semana reservaba la propuesta escénica, de la veterana compañía catalana, La Fura dels Baus de la visión concebida por Carlús Padrissa -miembro fundador de La Fura- de la página universal de Carl Orff 'Carmina Burana'. Estrenada en Francfort en el treinta y siete de la centuria pasada la obra se concibe como una cantata escénica que pone música a una selección de poemas medievales descubiertos en el siglo diecinueve en la biblioteca de un monasterio benedictino en Baviera. Desde el estreno de Burana el éxito no ha abandonado a la pieza que tanto por su fuerza textual como musical goza de un amplio currículo de interpretaciones dentro de las salas de concierto como también en su vertiente más escénica.

De la propuesta que ha visitado al coliseo malagueño hay que señalar que no se corresponde a las versiones del Festival de Música de Granada dirigida -en lo musical- por Manuel Hernández Silva al frente de la Orquesta Joven de Andalucía o las dirigidas por el maestro Josep Vicent en años más recientes. La opción malagueña se corresponde a la atrevida reducción de la partitura de gran orquesta a pequeño conjunto instrumental realizada por César Belda que no satisfecho con el trabajo de recorte es autor también de la obertura previa al conocidísimo 'O Fortuna' de apertura y cierre. Esta salvedad musical permite también reducir la masa coral a un pequeño coro mixto de dieciséis voces.

La concreción musical en la que es aprisionada la partitura no avanza más allá de atrevidos tijeretazos puesto que incide directamente sobre lo escrito por Orff hasta calzarlo a la propuesta escénica de La Fura que en esencia recurre al catálogo particular de la compañía de efectos escénicos: uso de la luz, el color, la proyección y en la que no faltan elementos como la provocación y la insinuación cn los que trufan sus espectáculos. Si se abstraen todos estos elementos la propuesta de Padrissa no pasa de diarrea mental puesto que ni con la balanza descaradamente inclinada hacia lo escénico llega a contar historia alguna. En pocas palabras: artificio vacuo.

Curiosament.e el meritorio elemento musical -de la propuesta b de este espectáculo- es el que finalmente salva la producción del aburrimiento, el bostezo y la indignación. Así hay que destacar las voces -aunque amplificadas- del convincente contratenor Luís Frigola y el barítono malagueño Antonio Torres que junto a la soprano Amparo Navarro tienen un destacado peso tanto actoral como canoro dentro del espectáculo.

El coro mixto supo sobreponer los marcados descuadres de la introducción destacando por su carácter empastado y redondo a pesar de la exagerada amplificación al que es enculado con la idea de transmitir sensación de gran masa coral; proceso que comparte el conjunto instrumental transformando la idea musical en un duelo sonoro que poco aporta en lo escénico y que nada contribuye a la concepción de Orff basada en la unidad de todos los elementos que entran en juego en la cantata.

'Carmina Burana' posee tanta fuerza plástica el elemento textual y musical que hace peligrar cualquier propuesta escenográfica que se precie. La ofrecida por La Fura dels Baus sencillamente es engullida por el catálogo de recursos que simplemente vomitan sobre el escenario que nada aportan y nada dicen.