Cristóbal Ruiz ha construido la gran novela sobre el madrileño barrio de Lavapiés en las páginas de Hola, Melón (El grifo del Rompeolas), que acaba de llegar a las librerías de toda España con el sello de la editorial EDA Libros. Se trata de la tercera novela de este escritor y guionista malagueño afincado en Madrid, que se alzó en 2015 con el Premio Goya al mejor guión adaptado por Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo.

Hola, Melón (El grifo del Rompeolas) despliega un mosaico emocional que se adentra en la naturaleza polifónica del emblemático barrio madrileño, en la mezcolanza étnica que atraviesa sus calles y el alma de las personas que lo habitan. En sus más de 500 páginas, que le prestan la voz de narrador a un niño huérfano, el autor emprende un viaje a la esencia cosmopolita y acogedora de Lavapiés. Nos propone una historia coral, tremendamente divertida, tremendamente conmovedora a la vez, en la que atrapa con maestría el espíritu del barrio más de moda de Madrid antes de la gentrificación que experimenta en la actualidad.

Si se atiende a los grandes ingredientes que identifica en su novela Cristóbal Ruiz, por ella desfilan "camareros, periodistas, timadores, tironeros, peristas, falsificadores, camellos, niños de acogida, viudas, peluqueras, soldados, emigrantes de todos los colores, Orishas, secretas, nacionales, municipales, agentes de proximidad, asociaciones culturales, batucadas, especulación inmobiliaria, corrupción política, sicarios colombianos y un grifo de cerveza que da suerte".

Según confiesa Cristóbal Ruiz, ha tratado de plasmar en clave de ficción "el realismo de un barrio que pareciera de mentira, como en un sueño delirante de Galdós, salvando la distancia infinita". "Con permiso de García Márquez y Macondo, otro maestro en alucinaciones, mi novela derrama costumbrismo mágico, si cabe. Todo lo que cuenta es algo inverosímil, pero sin dejar de ser castizo y, por completo, alucinante", matiza el escritor malagueño.

La publicación de Hola, Melón (El grifo del Rompeolas) se produce cuatro años después de la aparición de su anterior novela, El Arcángel (La Canción del Hijoputa), que vio la luz en 2015 cuando Cristóbal Ruiz aún saboreaba la resaca de su Goya al mejor guión adaptado por Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo. Precisamente, el director de aquella película, Javier Fesser, ha celebrado la puesta de largo de la tercera novela del autor malagueño recordando que "al delicioso y siempre divertidísimo surrealismo de Cristóbal Ruiz le pasa como al oro, que es difícil ponerle precio".

"El brillo de su literatura refleja el de los ojos del niño travieso y juguetón que jamás le ha abandonado, y la mala leche con la que da de comer a sus personajes proviene de su encabronamiento con la vida, el más mordaz y original que yo haya conocido", proclama el director de Campeones.

Según explican sus propios editores, Francisco Javier Torres y Fernando Mateo, "con el 'enigmático' título de Hola, Melón (El grifo del Rompeolas) Cristóbal Ruiz lleva a cabo un disparatado y descacharrante estudio sociológico y antropológico de la peliaguda cuestión étnica en España, tomando como base para su agudísimo análisis el emblemático barrio madrileño de Lavapiés".

"Es una experiencia narrativa de primer orden, entre el costumbrismo de Pérez Galdós y la osadía artística de William Gaddis anda la cosa", adelantan los responsables del sello editorial malagueño, con sede en Benalmádena, en el que reincide como narrador de originales historias Cristóbal Ruiz.

Desde el 28 de enero, esta novela sin la que no se entendería la heterodoxa naturaleza del barrio de Lavapiés está disponible en librerías de toda España y en la web de la editorial EDA Libros (www.edalibros.com).

Cristóbal Ruiz (La Cala de Mijas, Málaga, 1966) se trasladó a Madrid en 1985, donde reside desde entonces combinando su actividad literaria propia con la escritura de guiones para cine y televisión. Ha colaborado como guionista con Cruz y Raya, Pepe Navarro o Javier Fesser. También ha trabajado para series tan recordadas como La casa de los líos o Manos a la obra. En 2015 obtuvo el Premio Goya al Mejor Guión Adaptado por Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo. Además, ha sido reconocido con la Medalla del Círculo de Escritores Cinematográficos y con el título de Hijo Predilecto de Mijas.

Su primera novela, El loco Wonder, la publicó la editorial Espasa-Calpe en 1999 y fue muy bien recibida por la crítica y los lectores. Tras declinar otras ofertas que intentaron condicionarla, tuvo que esperar hasta 2014 para publicar en EDA Libros la siguiente, El Arcángel (La Canción del Hijoputa). Su nuevo título en esta misma editorial, Hola, Melón (El grifo del Rompeolas), es su tercera novela.

Hola, Melón

Entre El Señor de los Anillos y La Verbena de la Paloma, el camino intermedio también es un despropósito épico-costumbrista y lo tendrán en sus manos los lectores de Hola, Melón (El grifo del Rompeolas). Esta nueva obra de Cristóbal Ruiz es una novela de hobbits castizos y de un grifo mágico de cerveza, el grifo del Rompeolas. El mito cómico de un barrio, Lavapiés, y su sangriento desmentido hacia delante Castellana arriba, a por el mito plutócrata de otro barrio, el de Salamanca, Mordor, donde el Ojo de Saurón es el monóculo de un marqués. Y en medio de todo su caos, unos sentimentales sicarios colombianos y un huérfano ante el que Dickens habría carraspeado, como mínimo: Damián, el "Melón". Con siete años, el primer regalo que le pidió a los Reyes Magos fue un gintónic. Y no se lo trajeron. Qué iban a entender unos concejales de mierda de la importancia de ese combinado.

Hola, Melón€ es tanto un mosaico emocional como un apunte de partitura de la polifónica naturaleza del barrio madrileño de Lavapies. El Mercurio, su periódico libertario, lo explica así en sus páginas: "El alma de este barrio ni se sitia ni se cachea. Aquí, cuando hace calor, lo hace de cojones; cuando hace frío, caen los viejos como pajaritos. Si hay boda, se celebra; si hay entierro, también: la vida sigue, la cerveza se mea y, de vez en cuando, cae una gamba. Solo le reconocemos al estado la Nochevieja, el alcantarillado y la Operación Retorno. Solo le reconocemos a Dios algunas mañas. ¿Que suena una sirena?, pues bomberos, ambulancia o policía. ¿Que suena una tambora?, pues senegaleses, okupas o el corazón de la María, que está enamorada de Seve hasta las cachas. Los camareros, discretos; los borrachos, solventes; las mujeres, guapas; y los amigos, a muerte".