El héroe de las garras forjadas de adamántium es a día de hoy uno de los grandes nombres de Marvel. Así que resulta normal que sus seguidores estén más que entusiasmados con la edición en facsímil del cómic en el que apareció por primera vez, un lanzamiento con el que la editorial Panini ha hecho felices a los muchos admiradores de Lobezno. El personaje, que mucho más tarde adquiriría su propio protagonismo entre los X-Men, debutó dando sus primeros zarpazos de la mano de Hulk en 1974. En la última viñeta de la última página de El Increíble Hulk #180 (Y el viento aúlla... ¡Wendigo!), la encarnizada lucha entre el gigante esmeralda y la peluda bestia de los bosques canadienses -en realidad se trata del joven Paul Cartier, que tiempo atrás fue víctima de la maldición de El Wendigo- es interrumpida por Lobezno, enviado por el gobierno para neutralizar a Hulk. Aunque es en El Increíble Hulk #181 (Presentando a... Lobezno) cuando nuestro héroe protagonizó su primer cómic (portada incluida).

La irrupción de Wolverine en las historias de Marvel viene provocada por la idea de Roy Thomas, por entonces editor de la serie de Hulk, de ofrecer nuevos personajes y de contentar al público canadiense, que suponía el 10% del total de los lectores de La Casa de las Ideas. Len Wein acababa de aterrizar en la colección del Piel Verde y en su afán de enfrentar a Hulk con enemigos que estuviesen a su altura dio paso a Wendigo y Lobezno. En los lápices estaba Herb Trimpe, que llevaba en la cabecera de Bruce Banner y el coloso esmeralda desde 1968. Ambos cómics, El Increíble Hulk #180 y 181(sobre todo el segundo), se han convertido con el tiempo en valiosas reliquias que ahora Panini ofrece en una exquisita edición facsímil con los textos, posters y correo de lectores originales. Una verdadera pieza de coleccionista al alcance de todos.