Un conjunto de sensaciones vividas a los largo de años en diferentes festivales de música trasladado en el reflejo de la adrenalina y sentimientos encontrados, impulsos y vibraciones que nacen a través de los espectadores y artistas, así como un peculiar retrato de la música de estos espectáculos. 'Un impulso en un segundo' es el título de la primera exposición que recoge esta muestra y que lleva el sello del joven fotógrafo José Báez. Un resultado de diferentes experiencias vividas en festivales de música y salas de conciertos resumidas en una selección de 18 fotografías conectadas por los impulsos que nacen de la música de los artístas y el retrato de esta en el público.

Las imágenes de la exposición no son seguidas en el tiempo, por lo que el fotógrafo ha querido reflejar más bien la importancia de retratar un sentimiento que es homogéneo a lo largo del recorrido visual de la muestra. Un momento de euforia, un estilo bailado, un solo de guitarra o simplemente pasarlo bien durante unos minutos que dura una canción son los diferentes estados que se reflejan en la exposición.

La muestra inaugura el nuevo espacio del centro cultural La Térmica, 'Photo Lab' un laboratorio de fotografía en el que convergerán diferentes revelados digitales convertidos en exposiciones profesionales que destacan por su especialidad y narrativa mediante las imágenes. 'Un impulso en un segundo' podrá disfrutarse en este espacio hasta el próximo 17 de marzo, de martes a domingo y de primera mano, su autor cuenta cómo es ese proceso para captar todas y cada una de las sensaciones: "Contamos con pocos minutos para realizar nuestro trabajo y en esos segundos tenemos que captar la esencia de cada grupo".

¿Cuándo comenzaste con la fotografía?

Empecé a hacer fotos en 2011, 2012 aunque en años anteriores aprendí a utilizar una cámara reflex analógica. Desde 2011 ya empecé a ir a festivales y conciertos con mi cámara y poco a poco he ido perfeccionando la técnica, analizando qué faltaba o cómo podía mejorar. En cada festival mejoraba y poco a poco fui llamando puertas para colaborar con promotoras, festivales, salas de conciertos o entidades que tuvieran circuitos de música.

¿Cuándo decidiste que la fotografía sería tu medio principal de expresión?

No es algo que haya decidido hacer, la fotografía siempre me ha acompañado. Siempre intento llevarme una cámara de fotos. Ahora es cuando me cuesta no llevar una cámara encima cuando voy a algún concierto cuando voy de público, se me hace raro no llevarme una cámara.

Eres el primero en exponer en el espacio PhotoLab de la Térmica, ¿qué supone para tí inaugurar este laboratorio?

Es una oportunidad única, ya que es un espacio que tiene mucha repercusión y que tu trabajo quede reflejado en un espacio como La Térmica es muy importante. Es un centro cultural que apoya nuevas iniciativas, la cultura, el arte y a los jóvenes, y ello es esencial.

'Un impulso en un segundo' es el nombre de tu muestra, ¿por qué esa elección?

Un segundo marca la diferencia, capta un momento único que no se va a volver a repetir. Ese es el reto con el que nos enfrentamos en los festivales de música y conciertos.

Contamos con pocos minutos para realizar nuestro trabajo y en esos segundos tenemos que captar la esencia de cada grupo. Y personalmente me gusta captar en el público el momento en el que recibe la música de su artista favorita o favorito. Además, la selección está basada a lo largo de diferentes años por lo que los artistas y público que aparecen en la muestra no son coetáneos. Pero están conectados entre sí a través de ese mismo impulso que me lleva a disparar.

¿Por qué los festivales de músicas y conciertos para plasmar sensaciones?

Me encanta la música, me lo paso en grande haciendo fotos hasta de grupos que no he escuchado en mi vida. Cada canción transmite un sentimiento, cada canción transmite una sensación y tengo que ser capaz de captarlo. Si cada grupo toca 10, 15 canciones o más imagínate cuantas sensaciones puede haber en 45 minutos que suele durar un directo en un festival o en la hora y media en una sala de conciertos.

¿Qué es lo que veías a través del objetivo en todas aquellas personas y momentos que has captado?

Momentos en los que el cantante se lo está pasando bien, momentos en los que el público ajenos a mi presencia se lo están pasando bien, bailando, gritando. Momentos de escuchar la música con los ojos abiertos como si fuera la primera vez que asistes a un concierto. O momentos personales de los artistas que se vuelven vulnerables a cantar ciertas canciones de su repertorio.

¿Qué es lo que quieres transmitir al espectador con cada una de las 18 imágenes que compone la exposición?

Esta selección es un viaje por algunos de los sentimientos que he ido encontrando a lo largo de toda mi carrera en el que me he dado cuenta que se asemejan tanto en cantantes como en el público. En una vista general tienes la impresión de haber salido con la misma sensación que tuve al asistir a todos esos conciertos

¿A cuántos festivales has asistido para realizar esta recopilación?

¡A muchos! Siempre intento asistir a todos los eventos de música que puedo, o de asistente como plan de fin de semana o ir trabajando. Cualquier momento es único.

Música, energía,... ¿qué se mezcla en estos festivales para que los segundos captados sean toda una bomba de sensaciones?

Es una bomba explosiva, la música te mueve tus propios sentimientos cuando la escuchas en un bar o en tu casa. Si encima ves en directo a tu grupo favorito y cantas sus canciones son momentos de conexión únicos. Cuando asistes a un festival o a un concierto se respira un "buen rollo" que no se puede explicar. Me empapo de ese sentimiento para trabajar y el resultado me parece que se asemeja bastante a la realidad del directo