La finca del ganadero y empresario malagueño José Luis Martín Lorca, en el término municipal de la localidad sevillana de Castillo de las Guardas, se convirtió este domingo en el lugar de reencuentro del matador de toros Joaquín Galdós con la Escuela Taurina de la Diputación Provincial de Málaga.

Los empresarios de La Malagueta, el propio Martín Lorca y José Carlos Escribano, reunieron en la plaza de tientas de 'La Navarra' al pasado, el presente y el futuro de este centro formativo en tauromaquia. El diestro peruano, en un receso de su temporada americana, acudía para estoquear a puerta cerrada dos astados de este hierro que luce como divisa los colores verde y morado de nuestra capital.

Junto a él, alumnos de diferentes edades de la escuela acudía para tentar cuatro vacas junto a su director artístico Fernando Cámara y el gerente Óscar Plaza; convirtiéndose el hace apenas cuatro temporadas alumno en un nuevo maestro para los aspirantes. Otros dos ex alumnos, los novilleros con picadores Antonio Santana y Juan Carlos Cabello, completaban las generaciones presentes en la jornada campera.

«Fue una situación curiosa, porque realmente te impacta que te llamen maestro cuando hace nada estabas igual que ellos», reconocía ayer Galdós, ya en su residencia de Madrid. «Lo más importante es que seguimos compartiendo las mismas ilusiones, y realmente nunca he perdido el contacto con la Escuela de Málaga», señala. De hecho, algunos de ellos, lo que ahora más despuntan, eran en su etapa los benjamines de clase. «Es una alegría ver sus progresos», indica el matador, quien reconoce: «Me sigo viendo como ellos, y veo que algunos seguirán el mismo camino que yo ya he recorrido». «El toreo es un proceso natural en el que hay que ir paso a paso», añade.

Para Joaquín Galdós, la Escuela Taurina de Málaga le «dio la vida» «Cuando llegué en 2012 apenas si sabía coger una muleta, y aquí pude torear tanto en el campo como en la plaza, haciéndome un nombre por Andalucía». Luego, por méritos propios comenzó a conquistar plazas de la zona de Madrid o sobre todo Francia, "pero siempre he tenido muy en cuenta estos conceptos que mamé en Málaga, de un concepto muy puro del toreo que siempre ha caracterizado a esa tierra, y que sin duda han enriquecido mi tauromaquia», confiesa. «Sería mucho peor torero si no hubiera pasado por esta escuela», sentencia.

Pese a que ya no vive el día a día de sus entrenamientos como antes, el peruano no ha perdido la vinculación. Mantiene contacto sobre todo con Fernando Cámara, al que define como su maestro. «De algún modo no dejo de ser un proyecto suyo, y siempre está pendiente de mí y me hace saber que se siente orgulloso de mis logros», indica.

La presencia de Galdós en la finca de Martín Lorca respondía a continuar con su preparación para la temporada española, aunque aún tendrá que viajar antes a México para torear en Guadalajara. «Espero que esta temporada me sirva para dar un nuevo paso profesional, ya la gente me ha visto en carteles importantes y compitiendo con las figuras, pero hay que aprovechar todas las puertas que se me abran para entrar en el circuito de todas las grandes ferias», dice.