Ha sido casi un mes de fiesta, pero ésta ya llegó a su fin. Después de dos fines de semana de carnaval en la calle, después del concurso de agrupaciones y de las previas para ir calentando motores, el Carnaval de Málaga se despidió este domingo hasta el próximo año con una de las citas más esperadas: el tradicional Entierro del Boquerón.

El tiempo acompañó con un sol espléndido y unas temperaturas suaves y más que agradables. El desfile se desarrolló sin problemas desde su salida, que se produjo en la rotonda del Marqués de Larios, para recorrer la plaza de la Marina, la avenida de Manuel Agustín Heredia, el Palmeral... hasta llegar al paseo marítimo Ciudad de Melilla, donde se procedió a la quema del boquerón en la Malagueta. Fue el capítulo final de una fiesta que este año ha vuelto a demostrar que gana adeptos y presencia en la calle. Ya se vio durante toda la jornada del sábado y el domingo no fue menos. Familias enteras disfrazadas, grupos de amigos, malagueños de todas las edades con ganas de escuchar a las agrupaciones en los escenarios montados para tal fin y en la calle... y para disfrutar de la boqueroná gratuita que precedió al último desfile de este año. El acto se celebró en la plaza de la Constitución a mediodía, una plaza que tras el concurso se ha convertido durante unos días en el epicentro de la fiesta del invierno cálido y donde apenas se cabía, dejando constancia de que había ganas de la gran Boqueroná.