Las obras maestras del artista francés Henri Matisse, irrumpen en Málaga conmemorando el 150 aniversario de su nacimiento. Una exposición conformada por un conjunto de 48 obras que permiten conocer la posición de un artista que revolucionó la mirada moderna con una producción artística que se extiende a lo largo de más de sesenta años y lo sitúa entre los artistas más destacados del siglo XX.

Bajo en nombre de 'Henri Matisse, Un país nuevo', la muestra con obras fechadas entre 1900 y 1952, ha sido presentada esta mañana por el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre y el presidente del Centro Pompidou, Serge Lasvignes, acompañados por la concejala de Cultura, Gemma del Corral; el director de la Agencia Pública para la gestión de la Casa Natal Pablo Ruiz Picasso, José María Luna; y la comisaria, Aurélie Verdier.

Esta exposición traza la trayectoria del artista gracias a una selección de obras icónicas que hacen dialogar la pintura, escultura y dibujo. Compuesta por seis secuencias cronológicas que rastrean el recorrido de este artista fundamental de la modernidad, desde sus inicios hasta sus últimas obras, en una evocación de los interiores de Vence y de su última obra para la Capilla del Rosario. "El lenguaje moderno se apodera de cada una de sus obras, en las que las pinturas hacen un llamamiento a los sentidos con el juego del color y los matices, que hacen que el espacio adquiera un poder de relajación", explica la comisaria de la muestra.

'Un país nuevo', de Henri Matisse es el primer acontecimiento enmarcado dentro del 150 aniversario del nacimiento del artista, que lo presenta como ese "clásico" del arte moderno "cuya radicalidad sorprende incluso en la actualidad". Al rededor de cincuenta obras estarán disponibles en el Centro Pompidou de Málaga desde este 6 de marzo hasta el próximo 9 de junio, donde se podrán encontrar piezas como 'El violinista en la ventada', el 'Desnudo sentado rosa' o el 'Bailarín'. Lasvignes recomienda la muestra " no sólo para personas especialistas, sino para todo aquel público que tenga la curiosidad por el arte y por el color, ya que este en sus obras deslumbra. Además animo a que tras visitar la muestra directamente vayan al Museo Picasso para comparar las obras de dos eternos rivales en lo contemporáneo".

Alrededor de cincuenta obras estarán disponibles en el Centro Pompidou de Málaga desde este 6 de marzo hasta el próximo 9 de junio, donde se podrán encontrar piezas como El violinista en la ventana, el Desnudo sentado rosa o el Bailarín. Lasvignes recomienda la muestra "no sólo para personas especialistas, sino para todo aquel público que tenga la curiosidad por el arte y por el color, ya que este en sus obras deslumbra".

Recorrido artístico

La muestra la componen seis partes, que narran cronológicamente la vida artística del autor. La primera fase se centra en el volumen y la forma en la que trabaja Matisse como ayudante de Auguste Roin, en la que se encarga de buscar el dinamismo de la silueta y la animación de la superficie en obras como Madeleine II. Le sigue su tramo más simple, en el que se acerca al divisionismo de Paul Signac mediante el cual termina encontrando su conquista del color y la relación entre la comunicación y éste, centrándose en expresar en sus obras el claro sentimentalismo. La tercera secuencia refleja la vuelta de la luz a sus pinturas y el protagonismo de la figura de la mujer en ellas. Aquí se sitúa uno de los hitos más importantes a lo largo de la carrera del artista, Mujer argelina.

La última parte de la muestra, la componen sus pinturas arquitectónicas donde, resalta la relación entre los colores rosas y azul. También en este tramo, Matisse fotografía entonces los estados sucesivos de sus pinturas para analizarlas mejor y así enriquecer su reflexión plástica. Esto le permitió autodescubrirse en el largo y complejo proceso de realización de sus lienzos y batallas que le llevan a simplificar sus obras. Esta quinta etapa puede apreciarse en la muestra, en obras como el Bailarín.

Por último, la etapa final del artista, plasma el momento de mayor auge del pintor, donde emprende con su última gran serie de cuadros llamados Interiores de Vence, una mezcla de bodegones e interiores y donde una de sus últimas obras, Grand intérieur rouge, Matisse renueva su anhelado equilibrio entre el dibujo y el color, su idea sobre la saturación.