Gigantes se convirtió en una de las mejores apuestas de Movistar el año pasado ¿Siente presión ante las expectativas creadas ante esta segunda temporada?

Sí, claro que sí. La segunda temporada la rodamos antes de que se estrenara la primera lo cual te indica la confianza que tenía Movistar en nosotros. Trabajar con todo ese apoyo y sin estar pendientes de las audiencias es un hecho casi irrepetible.

En esta segunda temporada los hermanos Guerrero viven su propio descenso a los infiernos con un regusto social que la hace una serie muy actual.

Los personajes que tratamos viven en la vida real: carteles de la droga, agentes de CNI corruptos, policías infiltrados, vídeos y conversaciones grabadas son el pan nuestro de cada día. El mundo de los Guerrero está hecho con todos estos mimbres reales pero los ponemos al servicio de algo legendario, bigger than life, como dicen los anglosajones.

Durante un momento de la serie vemos el libro de El hombre tranquilo, historia conocida por la versión que rodó John Ford con John Wayne. En ella un boxeador regresa a su hogar buscando la redención. En Gigantes el que la hace la paga, todo es violento y oscuro, el enemigo puede estar en cualquier parte y la redención no entra en los planes de ninguno de los protagonistas.

Sí [risas], no puedo desvelar mucho del final... Pero sí, ya lo veremos. Tienen pinta de pagar por todo. Estos personajes tienen que cumplir un destino; algunos huyen otros corren a abrazarlo. Al final de lo que huyes es de lo que te está esperando. Y ésa es realmente la dinámica de la serie, la de un grupo de personajes en los que cada uno carga con lo suyo.

En Gigantes las mujeres deciden y actúan sin necesidad de contar con el permiso de lo masculino. ¿Todo esto estaba en el guión antes del movimiento feminista que vivimos desde hace un tiempo?

Intentamos desde el principio que fuera un mundo muy rico, poblado por todo tipo de personajes, hombres y mujeres dispares, ferozmente solitarios, algunos en la más cruel de las soledades, otros en rebeldía, otros que tienen muy claro su misión en la vida que es acabar con los Guerrero, personajes llenos de contradicción y dudas... Estas situaciones derivan en una fauna de personajes, hombres y mujeres, todos muy interesantes. Yo tengo una filmografía por delante protagonizada por mujeres, casi entera, no siento ningún tipo de condicionamiento a la hora de trabajar en personajes sean del sexo que sea.