Zonazine acoge el debut de un director valiente capaz de cierta originalidad en algo tan manido como los viajes en el tiempo. El increíble finde menguante dice más de su generación que otros trabajos de mayor presupuesto.

El principal enemigo de la película es el tiempo, algo simbólico que amenaza a la protagonista. ¿Cómo surge esa idea?

No sentía la necesidad de hacer una película de bucles temporales o de ciencia ficción per se sino de intentar hacer un relato de una generación no sé si llamarla perdida, de tipos que hemos estudiado hasta muy tarde y que luego se enfrentan a un mercado laboral sin facilidades. ¿Cómo abordo ese estancamiento vital con un mecanismo cinematográfico? Ahí entrarían los bucles con el giro. Cuando estás estancado piensas que todo se repite igual hasta que se te agota el tiempo y te haces mayor.

¿Es una película millennial?

En cierta manera, sí, es una etiqueta que nos llama más la atención, pero, ante todo, es una película en la que intento hacer una radiografía lo más honesta y sincera posible de mi generación.

Describe a una generación de jóvenes en momentos inestable e indecisa, sin aparentes motivos por los que luchar.

La gente de mi edad tiene mucho por lo que luchar pero las condiciones han sido muy adversas . Somos la generación mejor preparada de la historia teóricamente pero nos hemos encontrado con un panorama muy inestable en el cual es muy complicado abrirse paso. Es una situación muy injusta como generación. La película me la he tomado como una carta de amor a mi generación no como una crítica a lo difícil que lo tenemos.

Apuesta por el amor como tabla de salvación para sus protagonistas ¿no podría parecer un poco naif o manido?

Si estás luchando contra el tiempo como si fuera una maldición ¿dónde te agarras? Había que buscar un elemento externo que lo mitificara. Creo que si estamos hablando de una metáfora del estancamiento vital lo único que te ayuda es estar con las personas que más quieres: tu pareja, amigos y tu familia... Eso es lo que te hace avanzar.