Había ganas de Javier Castillo en su tierra. El fuengiroleño, número 1 en las listas de ventas con su tercera novela, 'Todo lo que sucedió con Miranda Huff', firmó ayer ejemplares de la obra en la Librería Luces para los numerosísimos seguidores (fundamentalmente, seguidoras) que formaron una cola casi infinita ante el establecimiento. Castillo, siempre atento con sus lectores, salió a saludar uno por uno a los que aguardaban impaciente en la fila y se hizo vídeos y selfies con ellos.

Este exasesor de finanzas de Fuengirola que apenas supera los 30 años es una de las grandes sorpresas literarias de los últimos tiempos: se autopublicó su primera novela, 'El día que se perdió la cordura' (escrita en el Cercanías que diariamente para su trabajo, en Málaga capital), hace unos años. Su habilidad para generar un diálogo entre dos géneros atractivos, golosos para los lectores de literatura masiva, como el thriller y lo romántico, y el boca-oreja hicieron el resto: hoy, Castillo, ya trata con una editorial de las grandes (Suma de Letras) y cuenta con dos novelas de las que ha despachado, atención, más de 300.000 ejemplares. Su tercera novela, 'Todo lo que sucedió con Miranda Huf'f, la presentó la semana pasada, en los Cines Capitol, «donde se suelen hacer premieres de películas», aseguró el autor.

Javier Castillo sigue ahondando en 'Todo lo que sucedió con Miranda Huff' la fórmula que le hizo despuntar; al menos, así se puede vislumbrar en su breve sinopsis: «Una pareja en crisis decide pasar un fin de semana de retiro en una cabaña en el bosque en Hidden Springs, pero cuando Ryan Huff llega para encontrarse con Miranda la puerta está abierta, hay dos copas de vino sobre la mesa, nadie en el interior y el cuarto de baño lleno de sangre. Lo que Ryan desconoce es que la desaparición de su mujer conecta su historia con la de su mentor, el gran James Black, y con el descubrimiento del cadáver de una mujer desaparecida treinta años atrás en la misma zona».

«Miranda' tiene lo mejor de mí. Tiene mis más profundos miedos, mis más oscuros pensamientos, mis más fervientes sentimientos y mis más sinceras emociones sobre lo que significa el amor. Si observas mi interior en estos momentos, si me abres en canal para descubrir qué queda en mis entrañas, encontrarías un vacío tan absoluto que te absorbería el aire de los pulmones en un instante por el cambio de presión. ¿El lado bueno de todo esto? Que si me quieres encontrar, que si quieres saber dónde se esconde mi alma, tan sólo tienes que buscar a Miranda», ha escrito el autor a sus numerosos fans en sus redes sociales.

A ellos, a sus fans, se debe el que para muchos es el Pablo Alborán de las letras (no sólo por que ambos comparten tierra natal; también se aprovecharon en sus comienzos de internet y sus bondades, Alborán subiendo sus vídeos del sofá a YouTube; Castillo, autopublicándose y vendiendo a través de Amazon; los dos gestionan primorosamente sus redes sociales y también están respaldados por una legión de admiradores y fans, muchas de ellas mujeres).

Asegura Javier que en la redacción de 'Todo lo que sucedió con Miranda Huff' sí que sintió la presión y la responsabilidad. «Para 'El día que se perdió el amor' [su segunda novela] tenía la trama hecha y antes del boom de El día que se perdió la cordura estaba en marcha. Pero escribiendo Miranda sí que he estado más nervioso y he dudado más. Ahora tengo un pelín más de intranquilidad y vértigo porque tengo miedo a defraudar», apunta el malagueño. Ya ha comprobado que no tiene nada que temer.