­Ocho meses han sido «suficientes, aunque pueda parecer poco tiempo», para que José María Domínguez pueda haber impulsado un gran número de proyectos tanto para la Cueva de Nerja, en cuya Fundación ha ocupado el cargo de gerente, como para el Museo que se localiza en el corazón del casco urbano nerjeño y depende directamente de la cavidad. Subraya al hacer balance que por primera vez en este siglo se ha invertido la tendencia hacia la ansiada desestabilización, con un febrero que ha recogido los frutos de las acciones de promoción específicas para atraer turistas coreanos, japoneses y chinos, además de suecos y noruegos.

¿Qué supone para usted, en el ámbito personal, poder estar en este año al frente de la cavidad?

Es un absoluto orgullo, justo en el 60 aniversario, ocupar este cargo de gerente para rememorar de primera mano el descubrimiento. Además, tenemos a cuatro de sus cinco descubridores con nosotros y tenemos que aprovechar la oportunidad de que ellos mismos describan lo que representó el hallazgo para Nerja, para cambiar el destino turístico para siempre.

Han preparado un programa muy extenso hasta diciembre y la particularidad del mismo, según han remarcado, es que se ha ideado junto al ayuntamiento.

Así lo planteamos desde el primer minuto. Poder ir de la mano del Consistorio en la promoción, no sólo nacional, sino también internacional, nos permitirá ser definitivamente lugar de visita obligada para cualquier visitante que acceda a la Costa del Sol. En Fitur lo hicimos, en base a ese aniversario que conmemoramos este año. Con la presencia de los descubridores de la Cueva hemos ido hasta Madrid y hemos podido contar lo que da de sí el monumento dentro de ese turismo de experiencias donde la Costa del Sol tiene muchos elementos. Se trata de poder consolidarnos como este enclave de referencia que este año podría volver a recibir de 450.000 a medio millón de visitantes. El objetivo es ese que ya planteamos cuando se inició nuestra etapa, el de modernizar las estructuras de gestión y ponernos las pilas en un segmento cada vez más competitivo.

¿Cuáles son las infraestructuras que también se han incluido en ese plan para lavarle la cara a tan importante monumento?

Han sido muchas para tan poco tiempo. Remodelamos la zona del descubrimiento, por ejemplo, y al mismo tiempo las taquillas, toda la zona de información y turismo. Pero incluso estamos ahora renovando los aseos públicos, porque si no damos la máxima calidad no podemos esperar atraer a ese turismo de calidad que demanda la gestión en pleno siglo XXI.

¿Qué deparará ese programa del Festival de la Cueva que va a ser presentado hoy?

Sin poder dar demasiados detalles, convertirnos en uno de los tres festivales o ciclos más importantes de la provincia junto a los que se han consolidado en Marbella y en Fuengirola. Para empezar damos un salto en el número de espectadores, porque el auditorio al aire libre aumenta en más del doble su aforo, de 850 a 1750 butacas. Esto nos permitirá pasar de 3.000 visitantes en este ciclo a superar la barrera de los 17.000 espectadores en el recinto de la cavidad. Pero no sólo esto, junto a la tradicional lista de artistas enmarcados dentro de la música clásica, el flamenco y la danza, vamos a buscar la transversalidad, con actuaciones dirigidas a los más jóvenes. Habrá música latina internacional y en el interior de la gruta volveremos a tener dos únicas actuaciones, pero en dos días consecutivos.

El Museo de Nerja también ha iniciado una nueva etapa con usted en el cargo.

Este elemento monumental ha sido muy importante, en cuanto a inversión, en los últimos 11 años. Y para potenciarlo, al igual que la cueva, hemos ideado acciones de desestabilización y mejora de los recursos económicos, al reducir en temporada baja las entradas e incrementarlas ligeramente en los meses de mayor afluencia. Es algo que no se había hecho nunca durante estos 60 años. Pero tampoco se habían aprovechado las acciones en las redes sociales en los últimos años como se hace actualmente. Si en febrero hemos crecido en entradas vendidas hasta un 15% respecto al año pasado es porque detrás hemos realizado campañas de microtargeting, dirigidas al turista oriental o al noreuropeo.

Las nuevas tecnologías, que ya no son novedosas, al servicio del visitante.

Por supuesto. En estos meses se han mejorado incluso los elementos de traducción, mediante esos dispositivos modernos que son las radioguías. Es otra forma añadida de asegurar el silencio en un lugar tan mágico como es esta cueva.