Temporada de conciertos de la Sociedad FilarmónicaRecital de Juan Carlos Fernández Nieto, piano

Programa: Sonata para piano nº 1 en do Mayor, J. Brahms; Valse Mignonne en mi Mayor, op. 104 y Valse Nonchalante en re Mayor, op. 110, de C. Saint-Saëns y Sonata nº2 en si b menor, op. 36 de S. Rachmaninov

Lugar: Sala María Cristina

Algo bueno ha debido hacer este país para parir a esta generación de grandes instrumentistas y solistas de la talla de Juan Carlos Fernández Nieto. A sus treinta un años el músico salmantino se hizo con el premio del público del Festival Internacional de Piano de Santander en su edición pasada y no es de extrañar porque el piano de este enérgico músico se define por generosidad en la interpretación sobre una férrea técnica confiada en buena medida a la peculiar digitación que ejerce sobre el instrumento. Fernández Nieto aparece en la programación de la Sociedad Filarmónica de Málaga no por casualidad sino más bien contextualizado dentro del cartel de esta temporada tan especial donde cada encuentro es una celebración de la música.

Con algo más de medio aforo la Sala María Cristina disfrutó del particular tríptico sonoro del pianista español que rendía homenaje a tres escuelas de la mano de tres grandes compositores y no menos pianistas: Brahms, Saint-Saëns y Rachmaninov e improvisaciones sobre el tema de la Marcha Nupcial de Mendelsohn en el capítulo de propinas después de un exigente ejercicio artístico. Ejercicio que el pianista afrontaría con serenidad y honestidad sobre la base de ideas propias muy sazonadas en los momentos de tensión en contraste al lirismo -sin exageración- que caracterizan los tiempos lentos dentro del empeño personal de Fernández Nieto por guiar al oyente por los espacios sonoros que construye en la sala de conciertos.

Cuatro tiempos articulan la 'Sonata en do Mayor' de J.Brahms donde la sombra de Beethoven domina el allegro agitado inicial especialmente en el tema A frente al tono recogido del segundo motivo. Al llegar a la recapitulación esa sombra beethoveniana apetece transmutada hacia un Brahms confiado y constructor. En el andante Fernández Nieto aprovecha el momento de distensión para acercar el piano al canto dentro de un contexto que va más allá de la idea de la música pura y acerca esa sensibilidad bramhsiana tan particular del compositor. Un nuevo allegro enérgico domina el scherzo del tercer tiempo para finalmente caer en torrente en el presto que corona la primera de las tres sonatas escritas por el músico hamburgués. La escuela francesa estuvo representada por Saint-Saëns con dos de sus valses para piano incomprensiblemente poco cultivados en España a pesar del interés y valor musical que atesoran.

Este sólido recital se cerraba con la 'Sonata nº2 en si b menor' de Rachmaninov articulada en tres capítulos contrastantes que se suceden sin interrupción lo que facilita un discurso fluido por parte de Fernández Nieto que hace suya. De la agitación del capítulo de apertura, el non allegro que le sucede sirve de pequeño remanso antes del caudal irrefrenable que domina el tiempo conclusivo.