Piacere di Flauti.

Solistas: Jesús César Carazo, José Menéndez, Silvia Rodríguez, Gonzalo Alonso, Álvaro Garrido y Jesús Andrés de Dios, narración.

Programa: Narración y músicas de la época de Alfonso VIII de Castilla.

Lugar: Sala María Cristina

La agenda musical tenía en la tarde del viernes pasado dos citas tan interesantes como recomendables, que vienen evidenciar la necesidad de un contenedor propio como es el auditorio de la música. Provoca sonrojo las pruebas de la fragilidad y del estrepitoso fracaso del modelo de ciudad de los museos y apetece surrealista que uno de estos puntales, que ha devorado la mitad del presupuesto de lo que sería la construcción del gran instrumento para la música estuviera cerrado a cal y canto. En este sarao de indios y aguerridos vaqueros la música se ve obligada a vivir en instalaciones de hace dos siglos.

Mientras el 'Otello' verdiano vivía su segunda función de las tres programadas para el cierre de la XXX Temporada Lírica del Cervantes, la Sala María Cristina se trasladaba de la mano del conjunto Piacere di Flauti al siglo catorce de nuestra historia común recogida en ese tesoro que es el Códice de las Huelgas o la huella de trovadores como Peire Vidal o Foulquet de Marseilha, junto a otras fuentes conservadas en el Archivo Capitular de la Catedral de Burgos e incluso las propias Cantigas de Alfonso el Sabio. Este tesoro que se erige como cimiento de la identidad nacional, e incluso un marco más amplio llamado Europa, llegaba gracias a la Fundación Unicaja y metidos en concierto con la narración de Jesús Andrés de Dios que hábilmente acercó las gestas del monarca castellano Alfonso VIII de Castilla.

Poemas, canciones y música para uno de los períodos claves de la fértil Baja Edad Media: remota y fértil, distante y sin embargo palpitante. Piacere di flauta acercan esta propuesta musicológica que lejos de la recreación acercan el minucioso estudio que respalda el proyecto. Cuando París ésta levantando los muros de Notre Dame los reinos cristianos se hallan inmersos en plena cruzada contra las taifas nacionales y almohades que desembocan en las batallas de Alarcos o Las Navas de Tolosa. Tiempos de guerra y cruzada (también de referentes artísticos como el Monasterio de las Huelgas o el Hospital Real de Burgos) que no escaparon de la atención de narraciones y canciones en canto llano fielmente interpretadas por César Carazo que supo trasladar al auditorio hasta ese lejano tiempo.

Músicas emparentadas con el ars antiqua y nova donde lo popular y culto apenas se diferencian, más allá del estilo gregoriano presente en el altar, y sin embargo son los incipientes intentos que desembocarán en la polifonía del Renacimiento. Flautas de pico, cuerno, traversa medieval, percusión y campanas recrean el acompañamiento de estas páginas arregladas o recreadas muchas de ellas por José Menéndez e interpretadas por él mismo junto a Silvia Rodríguez, Gonzalo Alonso y la no menos interesante percusión de Álvaro Garrido.

Lejos del recital entretenido Aldefonsus Nobilis ahonda en las raíces de la música de occidente y sus influencias en la figura del monarca castellano que fue capaz no sólo de construir un reino bajo una fe y una lengua, sino también conectarlo a las corrientes culturales de aquella incipiente Europa unida bajo la cruz cristiana.