Curioso fenómeno éste el de los artistas televisivos que sin tener aún un disco largo en el mercado ya son mucho más famosos que cualquier veterano del asunto. Pero más curioso es el fenómeno de Amaia Romero (Pamplona, 1999) que sin su disco todavía publicado, está intentando convencer a los festivaleros escépticos que lo suyo va más allá de los bastantes minutos de gloria catódica. Y ojo, parece que lo va consiguiendo.

Su primer disco no sale hasta septiembre pero ya está cantándolo en los festivales. ¿Esto no es un poco arriesgado?

Sí, bastante, y de hecho me da un poco de miedo. Pero claro, yo no quería salir a tocar solo versiones como había hecho hasta ahora. Así decidí cantar las canciones que he compuesto. Además, los singles que he publicado han salido bastante bien y disfruto mucho cantándolos.

¿La reacción del público es la que esperaba?

¿Sabes qué pasa? Que como solo he dado dos conciertos no sé muy bien las reacciones de la gente. No me llega aún el «feedback».

En directo incluye versiones de Skeeter Davis, Fresones Rebeldes y Luis Miguel. Y antes ha versionado a MClan, Mercedes Sosa, Él Mató a un Policía Motorizado, Neutral Milk Hotel... ¿Qué tienen en común?

Cuando elijo una canción no me planteó las consecuencias ni que a través de ellas la gente pueda pensar cómo soy. Simplemente canto las canciones que me gustan. Sin estrategia. Son canciones que me emocionan porque me las creo, y las letras son sencillas y a la vez profundas. Es algo muy subjetivo.

Una crónica de su último concierto decía que se ha alejado de la «pecera de la tele». ¿Es su intención?

Sencillamente es una nueva etapa en la que lo que me interesa es hacer música y cantar nuevas canciones. Cuando salí de OT estuve demasiado expuesta a la promoción, fue muy bestia. No es que me quiera alejar de eso, pero ahora estoy centrada en los conciertos.

¿Se reconoce en la Amaia que entró en OT?

Siempre soy yo, pero es verdad que entonces tenía 18 años y ahora 20 y siento que he evolucionado bastante. Todo lo que me ha pasado me ha hecho madurar y ser distinta de alguna forma. Ahora veo cosas que hacía o decía, o incluso canciones que cantaba en la academia o la ropa que me ponía, y no me gusta mucho.

Hace años era impensable ver a un artista de OT en un festival. ¿La culpa es de OT o de los festivales?

No lo sé, la verdad. Pero pienso que cada vez hay menos prejuicios. También depende de la persona. Al final soy yo la que va al festival y yo no soy Operación Triunfo.

En «Otro lugar» canta «Os veo mirar a través del cristal / me da un poco de miedo». ¿Ha sido dura la sobreexposición?

Sí, es un poco de eso, el móvil, la televisión, las pantallas en general... Cualquier cosa que hago o digo, sobre todo antes, todo el mundo opina sobre eso. Me da como miedo. Me sorprendía bastante leer algunas cosas sobre mí, pero a la vez era divertido.

¿Está más curtida ante eso?

Yo lo llevo bien, nunca le he dado demasiado importancia. Donde más ruido se hace es en Twitter, que es una plataforma que creo que está supervalorada y al final allí hay poca gente en comparación con toda la gente que hay fuera. Y en Twitter, además, o se quiere muchísimo o se odia muchísimo. Y las dos cosas dan un poco de miedo.

A Ahora sí, el tema que cantas con Carolina Durante, le da en directo un tratamiento de balada. ¿Se siente más cómoda en ese terreno que en el rock?

Me encuentro cómoda en los dos ámbitos porque cada uno me transmite algo distinto. Cuando cantó con Carolina Durante es como una manera de divertirme. Cuando la toco al piano lo cuido todo más, soy más perfeccionista.

Su agencia de contratación es El Segell, la promotora del Primavera Sound. ¿Se ha arrimado al árbol indie que más cobija?

Yo estoy empezando, entonces lo que he hecho ahora y lo que va a salir en el disco no significa que lo vaya a hacer siempre. Yo quiero probar muchas cosas y experimentar para conocerme mejor a mí misma.