En julio de 2015 toma la alternativa en Santander, y en agosto de ese mismo año torea en la Feria de Málaga. Después, prácticamente, desaparece del mapa... ¿Qué ha pasado?

La profesión es dura, y hay veces que te trata con más dureza que otras. Cuando no hay triunfos se paga muy caro, y a mí me ha tocado la cara más desagradable, que es quedarse sin torear.

Siempre se habla del parón o readaptación que suelen sufrir los toreros tras tomar la alternativa, pero en su caso ha sido algo extremo.

Yo era consciente de que iba a torear menos cuando tomara la alternativa, pero no me esperaba que fuera un parón en seco. Desde pequeño me inculcaron que esto no iba a ser fácil, y lo afronto con su dureza y su grandeza también.

Como novillero tuvo mucho ambiente y pisó todas las grandes plazas. ¿Entendía lo que estaba pasando cuando le sentaron en el banquillo?

Me quedé sin representante tras las dos corridas que toreé tras la alternativa y me vino el parón que suele llegar a todos, pero en mi caso fue mucho más duro. No entendía qué estaba pasando de buenas a primeras, porqué de repente ya no merecía ninguna oportunidad... Con el tiempo, he llegado a la conclusión de que el primer culpable fui yo, pero a lo mejor a mí se me ha tratado con mayor severidad que a otros; aunque no es cuestión de quejarse de eso sino de aprovecharlo como una oportunidad de aprendizaje para crecer como torero. El banquillo también te enseña muchas cosas.

¿Cómo ha afrontado esta travesía por el desierto?

Con mucha ilusión y sacando a relucir el amor que siento por ser torero. Eso ha sido clave para aguantar este tiempo: tener la afición por torear es lo sencillo, lo complicado es mantenerla cuando no se tienen oportunidades. Aprovechar para conocer la profesión y crecer también es importante, y eso lo he aprendido mejor que nunca ahora.

¿En algún momento se le llegó a olvidar que era torero y pensó en tirar la toalla?

No, al revés. Siempre he sido consciente de que soy torero, y he disfrutado de serlo aunque no me haya vestido de luces. Sí es verdad que te vienen momentos de duda y momentos muy amargos, pero es ahí donde ha relucido el amor que tengo al toreo y el deseo, y la mente positiva ha dominado la voluntad, porque lo que el cuerpo me pedía muchas veces era abandonar.

Este año se postula para regresar a la Feria de Málaga, habiendo llamado a las puertas de la empresa. ¿Qué ha cambiado para que este año se le deba tener en consideración?

Nunca he dejado de luchar, pero el año pasado ya tuve la oportunidad de torear algún festival y este invierno no he dejado de torear en el campo. Me he trasladado a Sevilla a vivir para tener más opciones de tentar, y el año pasado me pasé cinco meses en México porque quiero ser torero. Este esfuerzo me ha servido para verme ahora mucho más capacitado que nunca, y creo que me merezco ya esa oportunidad que tanto tiempo llevo reivindicando y estoy en disposición de aprovecharla. No quiero dejar pasar más tiempo, quiero luchar por mi sueño. Creo que todos tenemos derecho a luchar por nuestros sueños, y porqué yo no...

¿Ha existido ya contacto con la empresa?

Sí lo ha habido, pero de momento ni se ha descartado ni se ha confirmado nada. Yo estoy preparado para reivindicarme en la plaza, pero necesito este empujoncito que me dé mi plaza en forma de oportunidad.

¿Qué tiene que aportar Fernando Rey a la Feria de Málaga?

Soy un torero de Málaga, pero en La Malagueta apenas sí se me ha visto. Creo que puedo ser una gran novedad, porque busco transmitir cosas que aún nadie ha dicho en esto. Tengo en la cabeza el ser capaz de transmitir mis emociones ante el toro al público, y si son mis paisanos mucho mejor.

Con la baja de Fortes podría darse la circunstancia de que la Feria de 2019 no tenga ningún matador malagueño...

Podría ocurrir, pero sería una pena. Una feria de tanta categoría como tiene Málaga, o como queremos darle, y que no haya toreros locales...Yo hablo por mí, y no solo por ser malagueño, sobre todo por ser un torero con la capacidad y el gusto para agradar a la afición de La Malagueta. Es una pena que Saúl esté convaleciente, pero no tiene que quedarse la Feria de Málaga sin un torero malagueño porque Fortes no pueda torear. Yo también estoy preparado para ganarme el respeto y el cariño de la afición. Luego habrá que demostrarlo en la plaza, claro está.

¿Qué pasaría si no se anuncia el nombre de Fernando Rey en los carteles?

El planteamiento sería seguir luchando por conseguir mi sueño. Mi objetivo es mejorar cada día y cuando llegue la oportunidad estaré preparado. Está claro que me encantaría torear en mi feria y confirmar la alternativa en Madrid, pero hasta entonces sigo aprendiendo.