Julio Diamante, el responsable durante 18 años de la histórica Semana Internacional de Cine de Autor de Benalmádena (SICAB), pionero en campos tan variados como el cine, el teatro, la televisión o la difusión del flamenco y el jazz, formalizó este lunes en el Rectorado de la Universidad de Málaga la donación gratuita de su legado, formado por centenares de libros, revistas y miles de documentos, que se preservarán en la antigua Escuela de Magisterio del Campus del Ejido, junto al legado de Alfonso Canales.

El cineasta gaditano, de 88 años, homenajeado en la pasada edición del Festival de Cine de Málaga, lega finalmente su archivo a la Universidad de Málaga, después de que se truncara la donación a su ciudad natal. "Cuando lo dejo en la Universidad de Málaga es porque tengo mucho cariño a Málaga", explicó.

La donación ha sido posible gracias a la mediación de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo, cuyo presidente, José Manuel Cabra de Luna, agradeció las importantes gestiones del académico y cineasta Carlos Taillefer, así como de los responsables de la UMA, Juan Antonio García Galindo y Tecla Lumbreras. Para Cabra de Luna, la vida de Julio Diamante ha sido "una extraordinaria aventura personal y al tiempo colectiva, como el cine" y animó a quien quiera conocer la historia del cine español en la segunda mitad del siglo XX, la Semana Internacional de Cine de Autor de Benalmádena o "el cine por dentro", a investigar en este legado.

Por su parte el rector de la Universidad, José Ángel Narváez, además de agradecer la donación, expresó el privilegio de compartir el acto "para quienes nos hemos criado en la lucha por la libertad y la Democracia".

A este respecto, el periodista de Canal Sur, Manuel Bellido, que glosó la amplia carrera de Julio Diamante, recordó sus tiempos de niño marcado por la Guerra Civil, las peleas constantes con la censura pero también el papel del cineasta gaditano en la lucha antifranquista en sus años de Universidad, cuando formó parte de la primera célula universitaria del PCE con compañeros como Ramón Tamames, Julián Marcos o Enrique Múgica.

Para Manuel Bellido, el legado que incorpora la UMA será "imprescindible a la hora de entender la evolución de más de medio siglo de nuestro cine".

Cerró el acto el propio Julio Diamante, que confesó que siempre entendió el cine "como un instrumento de cultural y libertad", y su papel como director del SICAB como una "defensa de la libertad de expresión". De la Semana Internacional también consideró que fue el mejor festival de los que conoció, en la línea de certámenes "como hechos de cultura" y reivindicación de la libertad.

El cineasta gaditano se despidió entre aplausos con una soleá en la que hizo referencia a la ley del cante jondo de "oír y no callar". Unas letras que resumen su actitud ante la vida.