Color, nuevos mundos por descubrir y todo un universo de creatividad que se abre a la mirada de los más pequeños para contar una historia, hablar de un personaje o recrear un universo que se despliega más allá del estrecho margen del ámbito de 'lo posible'. Estas son algunas de las premisas con las que se describen los libros de Abresueños. Este sello editorial infantil lleva en marcha desde el pasado mes de marzo y sus cuentos ya están en librerías de medio mundo. La marca malagueña nace con el objetivo de convertirse en el escaparate de una nueva literatura infantil que busca ofrecer alternativas singulares y refrescantes a ese público menudo que no se conforma con cualquier cosa.

El salto a esta maravillosa aventura lo da Jesús Baranco y José Carlos López, después de más de diez años al frente de ICB, una editorial técnica. « Hace diez años que comenzamos con este sello y desde 2014 estamos vendiendo en América, a raiz de nuestra andadura en ferias como la de Guadalajara y Buenos Aires, y viendo el gran auge de la literatura infantil y sobre todo de los libros ilustrados, decidimos crear una editorial infantil», señala Jesús Baranco.

Abresueños se hace realidad tras un año intenso trabajando en el proyecto, Jesús y José Carlos tenían muy claro que querían apostar por el talento y autores andaluces. «Nuestro objetivo como editorial es dar salida a todo ese talento que existe en nuestra tierra, sobre todo somos una empresa andaluza y nos gustaría fomentar sobre todo a los escritores e ilustradores andaluces. Evidentemente no nos vamos a negar a otros, estamos abiertos a todo el mundo pero estamos potenciando sobre todo los autores andaluces», añade el editor.

Los emprendedores malagueños ya tienen tres titulos en el mercado: El escritor de cuentos , En mis tiempos y No me cuentes más cuentos, todos obra de creadores andaluces como Fran Nuño -premiado en Michigan (2013) por Luces de Feria como mejor álbum ilustrado en español y en 2017 en Nueva York por El mapa de los buenos momentos-; Desirée Acevedo; Miguel Cerro, ilustrador que, entre otras menciones, cuenta con la Medalla de Oro en la categoría Picture Books all ages en los Moombeam Awards 2018 de Estados Unidos y, cómo no, el conocido narrador infantil José Carlos Román. El joven sello, cruzó el charco para participar en las dos Ferias Internacionales más destacadas de las letras iberoamericanas (Buenos Aires y Bogotá) y presento los tres cuentos con los que se estreno al público hispanohablante de América Latina. Además para su puesta de largo, los editores Jesús Baranco y José Carlos López eligieron la Bologna Children's Fair, un salón en el que cada año se dan cita todos los agentes del libro infantil. «Habíamos asistido como público pero en esta ocasión fuimos con nuestro propio stand y la verdad que nos fue realmente bien, los tres libros tuvieron una gran acogida», afirma Jesús.

En sus apenas cuatro meses de vida Abresueños ya ha conseguido que sus cuentos se vendan en países como Argentina o Panamá y en el mercado nacional también se están vendiendo bastante bien. « Estamos muy contentos como están yendo las ventas la verdad es que no nos podemos quejar, está claro que no podemos estar en todas las librerías pero las ventas están yendo a un buen ritmo». Jesús cuenta que desde que arrancaron con este proyecto han sido muchos los manuscritos que han recibido y que ya se encuentran inmersos en cinco nuevos textos que verán la luz el próximo año. «Una cosa tenemos muy clara y es que queremos ir poco a poco, con obras de calidad y con un producto muy cuidado. No tenemos ninguna pretensión de sacar un centenar de títulos sin ton ni son», asevera el editor.

Abresueños va a centrarse en el público infantil en general, pero sobre todo en niños de 3 a 6 años y en cuentos que los padres lean a sus hijos. La ilustración y el texto tienen el mismo protagonismo y las emociones estarán muy presentes. «Somos conscientes del cambio en la literatura infantil , venimos a sumar con propuestas atrevidas, nuevos formatos y autores con talento y ganas de contar historias en un registro entusiasta, cercano, ecléctico y muy ameno», sentencia Jesús Baranco.