West Side Story llega hoy al Teatro Cervantes para quedarse hasta el 4 de agosto. El musical de musicales recorre nuestro país en su versión original íntegra, adaptada al español y en una lectura absolutamente respetuosa del original de Leonard Bernstein y Stephen Sondheim estrenado hace 62 años. En el elenco de la función encontramos a un malagueño, Pablo Badillo, sin duda, el más polifacético de los componentes de la troupe. ¿Por qué? Porque Badillo, a sus 23 años recién cumplidos, es swing, o sea, encargado de cubrir las rotaciones, bajas y descansos de sus compañeros; él se encarga de nada más y nada menos que 11 personajes.

Graduado en Danza Contemporánea por el Real Conservatorio Mariemma de Madrid, Pablo afronta el reto con ilusión: asegura que interpretar a tantos personajes enriquece, aprende de cada uno de ellos. Eso sí, si tuviese que quedarse con alguno, no se piensa ni un segundo los tres que elegiría: Chino (de la banda de los Sharks) e Ian y Baby John (de la banda de los Jets). «Chino tiene muchísima carga emocional y eso me gusta. Pero la banda de los Jets, a nivel de canto y baile me llena más» confiesa.

El malagueño recuerda que al principio se mostró reacio a presentarse a un musical. Cuando, además, escuchó que se postulaban más de 2.000 candidatos, Badillo se creyó sin posibilidades y estuvo a punto de tirar la toalla sin haberla siquiera cogido. Pero su familia jugó un papel fundamental en la decisión final: su padre y su abuelo le ayudaron a preparar el casting.

Badillo, natural de Alhaurín de la Torre y residente desde hace unos años en Madrid para cumplir su sueño profesional, fue elegido entre 32 finalistas para formar parte del elenco de este aclamado musical. El joven de Alhaurín de la Torre había participado anteriormente en espectáculos de danza - como Sine Die o Sine DieSacco di Ossa, un género en el que hay que mostrar aptitudes en el baile, el canto y la interpretación.

Pablo recuerda los primeros ensayos de West Side Story y confiesa que fueron duros: once personajes diferentes, cinco pertenecientes a los Sharks, otros cinco a los Jets y un personaje secundario con una gran carga emocional... Afrontar que tenía que aprenderse y saber interpretar roles tan dispares entre sí le resultó difícil de afrontar. En este sentido, Pablo destaca el papel de su director, Federico Barrio, a la hora de preparar los distintos papeles: «Nos sentamos cada uno de los actores junto con Federico para leer el guion y construir entre todos los personajes»..

A día de hoy, Pablo asegura haber cogido bien la dinámica. Cada domingo, Federico le pasa el libreto con las funciones que tendrá que interpretar cada día. Pueden ser de 8 a 9 funciones y en cada una de ellas interpretar a un personaje diferente, asegura Pablo. Un desafío espectacular, desde luego, pero también ilusionante. Sobre todo si tiene lugar en la propia tierra. Para Pablo actuar en Málaga será un sueño hecho realidad. El Teatro Cervantes es el escenario donde más ilusión le hace actuar. Aún incrédulo, Pablo asegura con ilusión que cada día irá un familiar o un amigo diferente a ver el espectáculo. «Estoy deseando que empiece la obra, no me lo creo... Es un sueño», confiesa Pablo.