Evaristo Guerra eligió los pinceles y lienzos en lugar del horno y las hogazas de pan como su padre, panadero de vocación. Con seis años comenzó dibujando las portadas de tebeos antiguos como El Guerrero del antifaz porque, como suele decir, su única «levadura» era el arte. Y es: acaba de inaugurar en la Casa Fuerte Bezmiliana de Rincón de la Victoria El alma del color, una exposición que resume las intenciones de su autor: «No basta con poner colores sobre un lienzo, hay que poner alma. El alma que yo pongo sobre el lienzo hace posible la comunicación entre el lienzo, el autor y la tercera persona que ve mis cuadros. Es muy agradable cuando con tus pinturas evocas sentimientos en las personas».

El alma del color se compone de veinte óleos, una carpeta de serigrafías, dos grabados, un dibujo a tinta china y dos a lápiz, y supone un buen compendio del corpus artístico de Guerra, y no es sólo una exposición: supone el reencuentro del pintor con una de sus galerías fetiche, pues hace 20 años que Evaristo desarrolló en Bezmiliana una de sus muestras más celebradas.

Su pasión por la pintura nació con él. Nunca nadie en su familia se había inclinado por el arte y él, desde un primer momento, prefirió jugar con el color en lugar de hacerlo con la pelota. Cualquier dinero que ahorraba lo guardaba para así poder comprar cajitas de colores, era esa la manera en la que más conseguía disfrutar.

El paso de los años le hicieron ver que poco podría hacer en su pueblo, Vélez-Málaga. Vio en Madrid una tierra de oportunidades y decidió estudiar en la capital, lugar que le vio convertirse en el pintor que es hoy en día pero que hizo que echara de menos su tierra, Andalucía y sobre todo, Málaga. De hecho, la mayoría de sus cuadros reflejan el inmenso amor que siente por los paisajes andaluces y por la Axarquía. El alma del color recoge una selección de obras donde el artista plasma su legado volcado en los paisajes de la Axarquía, «que sabe captar a la perfección con toda la esencia de nuestra tierra, naturaleza, su luz y color, llegando a crear una reconocida escuela, donde los almendros, olivos, naranjos, cortijos o caminos inundan nuestros paisajes de la Comarca y Andalucía», señaló la concejala de Cultura de Rincón de la Victoria, Clara Perles, en la inauguración de la muestra.

Los visitantes podrá observar en esta exposición estampas de pueblos de la Axarquía como Frigiliana, Canillas de Aceituno, además de luces de amanecer, tarde con luna, los montes de Málaga, etc.

El alma del color se puede visitar de forma gratuita hasta el 30 de agosto en horario de visitas de martes a sábado de 11.30 a 13.00 horas y de 18.30 a 22.00 horas. Los domingos, en horario de mañana de 11.30 a 13.00 horas.