El hasta ahora director de la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales y Secretario General de Innovación Cultural y Museos, Fernando Francés, ha presentado su renuncia por carta a la Consejera de Cultura y Patrimonio Histórico, Patricia del Pozo.

«Nunca antes me había quemado tanto en un trabajo en tan poco tiempo. La ilusión se ha evaporado», explica el exdirector del CAC Málaga, quien añade: "La energía que he tenido que poner en cada logro no me compensa en lo personal».

Dice Francés que no se ha sentido comprendido en la Junta de Andalucía: "Los criterios basados en el conocimiento del sector, en la selección por la calidad, en la ausencia absoluta de sectarismo político y en el pragmatismo en la gestión, no han sido comprendidos ni en parte aceptados por quienes tienen dentro de la Consejería las responsabilidades más altas".

En su opinión, «a la gestión de lo público le iría mucho mejor si se le aplicasen modelos sin prejuicio alguno, de la experiencia civil y privada, en la que aspectos como oportunidad política no se tienen en cuenta porque lo importante es conseguir los objetivos para que el ciudadano pueda disfrutar de servicios públicos óptimos y en el menor tiempo posible».

Fernando Francés considera que se marcha completando el principal reto que se le encomendó, «reestructurar con criterios empresariales la Agencia de Instituciones Culturales» en apenas «cuatro meses».

Lo cierto es que Francés tiene algunas cuentas judiciales pendientes, un hecho que en la cúpula de la Junta de Andalucía no veían como algo precisamente favorable. Su presunta colaboración con el artista Invader en el caso de las cerámicas instaladas en edificios que son Bien de Interés Cultural o la recientemente admitida a trámite denuncia de agresión realizada por la artista Marina Vargas no son desde luego episodios brillantes en el currículum del gestor.

"El hecho de que cualquier persona que está al frente de una institución, en este caso Museos, tenga cuestiones pendientes con la justicia, no le hace ningún favor a todas estas instituciones, más allá de lo que luego resuelvan los tribunales con lo cual tengo que ser absolutamente respetuoso y acatar esa decisión", declaró al respecto el vicepresidente de la Junta, Juan Marín, en una entrevista con este periódico.

El caso es que el futuro profesional del cántabro resulta bastante incierto: abandonada la vía pública, su regreso al CAC Málaga debería ser imposible. Recordemos que vendió su empresa, Gestión Cultural y Comunicación, a "un grupo de inversores" para poder acceder a su cargo en la Junta; todo esto en medio del concurso para adjudicar la gestión de la pinacoteca para los próximos cinco años. La compañía, ya sin Francés al mando, lo ha vuelto a ganar (aunque quedan por dilucidar las alegaciones de otras tres firmas o conglomerados aspirantes, no conformes con la decisión final). Que ahora regresara el gestor a la empresa y, por tanto, a la dirección del CAC desataría una tormenta política inasumible para el Ayuntamiento.