Durante todo el año, la empresa malagueña Explora Málaga organiza visitas turísticas , en español y en inglés, por el casco histórico de la ciudad, donde en menos de dos horas y media los asistentes dan un paseo por los lugares más emblemáticos de la ciudad y se vuelven testigos de su transformación en el tiempo, como la remodelación de la plaza de la Constitución, la peatonalización de la calle Larios o la ubicación de la extinta Casa de la Cultura sobre el Teatro Romano.

Además, los guías ofrecen la posibilidad de descubrir Málaga, no solo desde la visión histórica sino artística, religiosa y monumental, tratando de sumergir a los visitantes en el ambiente de la ciudad, contándoles de dónde viene y hacia dónde apunta su futuro. La curiosidad es el precio,ya que no existe una tarifa fija, y depende exclusivamente de los participantes, quienes escogen la cifra en base al grado de disfrute de la visita.

Esta iniciativa, con cuatro años de vida, nace de dos graduados en Turismo por la Universidad de Málaga, Javier Herrera y Luis Jiménez, que perseguían el sueño de emprender haciendo lo que más le gusta, un turismo cultural, muy local y a precios asequibles.

«Creemos en un turismo diferente. Hoy en día el turista tiene mucha más información. Lo que busca es una actividad en la que aprenda, se sitúe en la ciudad en la que van a estar un par de días y si disfrutan, mucho mejor», sostiene Luis Jiménez, socio de Málaga Explora y guía turístico con más de 1.200 «free tours» realizados por Málaga.

Vivir un «free tour»

A las once de la mañana, como cada día se congrega en la plaza de la Constitución una veintena de personas procedentes de diferentes partes del mundo: Canadá, Australia, Inglaterra, Suecia, Alemania, India, Francia, Rusia... Todos esperan para iniciar un paseo de dos horas y cuarto por Málaga con el inglés como nexo común y con Luis Jiménez a la cabeza, que va saludando en todas las lenguas nativas presentes con gran soltura.

Desde la Málaga fenicia, pasando por un completo análisis de la singular escultura del británico Tony Cragg ubicada frente a la calle Strachan hasta hablar de la época azul, rosa y cubista de Pablo Picasso, Luis es capaz de sintetizar y describir en poco tiempo la esencia de la ciudad que incluso muchos malagueños desconocen. Tras una pequeña parada en las inmediaciones de El Pimpi, algunos aprovechan para tomar un trago de agua, comprar unas almendras o hacerse unas fotos frente a la iglesia de Santiago. «A mi mujer y a mí nos está encantando la parte histórica», cuenta Wojciech, que pasará diez días en Málaga con su familia.

«Siempre buscamos un free tour cuando nos vamos de vacaciones», asegura Polina, polaca residente en Reino Unido junto a su pareja Matteo, nacido en Italia. «Este es de los mejores que hemos hecho. Te da una base sobre la cultura local, no buscamos datos o hechos históricos específicos sino cómo vive la gente», añade Matteo. Breve pausa junto al Teatro Romano y el grupo desemboca en el Palacio de la Aduana, donde finaliza el tour. Llegados a este punto cada asistente ofrece al guía la cantidad que considera más oportuna y hay una sensación de misión cumplida: todos los asistentes, por muy lejos que vivan, parecen entender qué ambiente se respira en Málaga.