Imágenes fragmentadas, multiplicadas y colocadas con un ritmo cinematográfico componen las obras del fotógrafo francés Edouard Taufenbach, que parece querer hacer eterno el verano en su primera exposición en España, que se inaugura este jueves en la Alianza Francesa de Málaga.

Un total de diecisiete composiciones cuya apariencia recuerda al "collage" se pueden ver en esta muestra que supone la antesala a la vigésimo quinta edición del Festival de Cine Francés de Málaga, y que permanecerá instalada hasta el 12 de enero de 2020.

Taufenbach explica en una entrevista con Efe que, pese a la impresión de "collage" tradicional, hay una parte de trabajo digital en el ordenador, porque cuando trabaja sobre las fotografías originales intenta "cambiar la textura y ver el brillo, porque cada recorte capta la luz de una manera diferente".

Al principio de su carrera trabajaba con fotografías anónimas que compraba en mercadillos y otros lugares, pero después se dio cuenta "de que muchas se parecían entre sí, eran todas un poco burguesas, con la niña rubia haciendo la Comunión, no tenían variedad o solo interesaba una entre las mil que veía".

Cuando conoció la colección de fotografías del cineasta francés Sebastien Lifshitz, sobre las que ha creado estas obras, descubrió que "él ya había hecho ese trabajo previo, porque llevaba 35 años coleccionando fotografías anónimas", y le ahorró esa labor de búsqueda.

En sus imágenes hay un componente de voyerismo, porque a Taufenbach le interesan "no las fotos normales en las que haya una pose, sino ir hacia la intimidad y salir un poco de las normas".

También se aprecia en sus obras un ritmo cinematográfico, puesto que busca "salir de la imagen fija y buscar secuencias para crear una historia a través de los cortes o de la multiplicación", ha explicado Taufenbach, que recientemente fue destacado por "The New York Times" como uno de los artistas que señalan hacia dónde va la fotografía contemporánea.

Por su parte, Javier Hirschfeld, comisario de la exposición, ha destacado a Efe cómo el artista "usa técnicas tradicionales del 'collage' y las fotos están cortadas con su mano, pero no descarta las técnicas actuales para conceptualizar".

"Cada foto está cortada exactamente en el tamaño que necesita para que la composición funcione y tenga el aspecto que él desea", ha apuntado Hirschfeld, que cree "muy interesante" el juego de "fragmentación" que plantea.

En este sentido, ha recordado que "la fotografía nació como una herramienta objetiva, pero la fragmentación mostró desde el principio que podía ser subjetiva, porque el fotógrafo encuadra lo que quiere y deja fuera lo que no quiere".

"Taufenbach hace más evidente la subjetividad con esa fragmentación, y quiere expresar más con las sensaciones que con la objetividad, porque el verano y los recuerdos se expresan más con las sensaciones del agua o del sol en la piel", ha añadido el comisario.