El Archivo Histórico Provincial, dependiente de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico, dedica este mes de septiembre una muestra a los 150 años de la creación de la Sociedad Filarmónica de Málaga y que recoge distintos documentos sobre su historia, programas musicales y fotografías de conciertos, así como diferentes textos informativos.

En la muestra, enmarcada en la iniciativa denominada 'Documento del Mes', se explica que en 1868, recogiendo las inquietudes culturales de la burguesía malagueña, el director de orquesta y compositor Antonio José Cappa fundó la Sociedad de Conciertos Clásicos, que llegó a programar 30 conciertos, con una orquesta sinfónica formada por una plantilla de 60 profesores, tanto españoles como extranjeros.

Ése fue el germen del que nacería un año después la Sociedad Filarmónica de Málaga, una de las instituciones de este género más antiguas de España. Antonio José Cappa asumió la dirección facultativa, que luego cedió a Eduardo Ocón, y se nombró como primer presidente a Antonio Palacios. El primer concierto de la Sociedad Filarmónica de Málaga se celebró el 14 de marzo de 1869, ha recordado la Junta a través de un comunicado.

En sus inicios, los conciertos tenían que organizarse en salas poco adecuadas, como los almacenes del constructor de pianos Adolfo Montalgón, en calle de los Mártires.

Así, en mayo de 1869 la Sociedad se trasladó al 'Conventico', que es como se denominaba al Convento de los Padres Trinitarios Descalzos en Calle Casas Quemadas --entonces Ropería Vieja--, hasta encontrar su definitivo acomodo en el antiguo convento franciscano de San Luis el Real, situado en la calle Marqués de Valdecañas, un edificio del siglo XV desamortizado en el siglo XIX, que entonces era sede del Liceo Artístico y Literario de Málaga. Actualmente es la Sala de Conciertos María Cristina y funciona bajo el auspicio de la Fundación Unicaja.

Actividad de la Sociedad Filarmónica

Los primeros años de la Sociedad Filarmónica fueron irregulares, con muchas actividades organizadas para lucimiento de los aficionados locales. Enseguida se hizo necesario contar con una sección dedicada a la enseñanza musical con clases, al principio gratuitas y luego de pago, separada de la sección de recreo que organizaba los conciertos y reuniones.

En abril de 1871 se iniciaron las clases, impartiéndose sólo dos asignaturas: solfeo y violín. El pianista y compositor Eduardo Ocón Rivas (Benamocarra, 1833 - Málaga, 1901) se encarga del solfeo, y Regino Martínez Basso (Algeciras, 1845 -1901) la de violín.

Al respecto, a consecuencia del éxito de esta propuesta docente y con la colaboración del Ayuntamiento y de la Diputación, se creó el Conservatorio de Música, con un plan de estudios reglado y plantilla estable de profesores.

Más tarde, el 15 de enero de 1880 lo inauguró la Reina María Cristina, y en su honor se bautiza como Real Conservatorio de Música María Cristina, con sede en la actual Sala de Conciertos bautizada también con su nombre. Su primer director fue Eduardo Ocón. La unión entre ambas instituciones durante sus primeros años de existencia era tan estrecha que incluso compartían junta directiva.

Desde un primer momento el elenco de músicos que contrató la Sociedad Filarmónica fue de primer nivel internacional. Como ejemplo, el programa con el que se inauguró como su nueva sede, en 1906, la Sala María Cristina, contó con el gran violonchelista Pau Casals, acompañado al piano por Harold Bauer. Los primeros años de actividad de la Sociedad fueron de enorme éxito, los aficionados llenaban las salas de conciertos y los intérpretes que acudían a Málaga elogiaban el entusiasmo del público.

Documentación conservada

Por otro lado, han recordado que en 2014 el Archivo Histórico Provincial de Málaga recogió, en dos transferencias procedentes del Conservatorio Superior de Música de Málaga, diversos fondos documentales que allí estaban conservados.

La mayor parte de esta documentación se trataba de los expedientes producidos por el mismo Conservatorio en su función de centro educativo: expedientes de alumnos, de pruebas y exámenes, así como documentación administrativa generada por la propia labor docente. De igual modo, junto a ellos se hallaban también fondos producidos por la propia Sociedad Filarmónica.

Por otra parte, hay documentación interesante en los fondos procedentes del antiguo Gobierno Civil de Málaga, puesto que allí se debían inscribir todas las asociaciones, remitiendo al gobernador todas las novedades de interés, los socios miembros, las actas de las reuniones, actividades organizadas, etcétera.

También se conservan los informes elaborados por las unidades de investigación tanto de la Dirección General de Seguridad como de la Delegación Provincial del Movimiento acerca de las asociaciones y de los miembros que las componían.